#VivePoniente o ‘Valar Morghulis’ antes del fin
#VivePoniente es el lema de esta última temporada de Juego de Tronos, en la que la Bruja Roja nos recuerda en 'alto valyrio' que... "Todos los hombres deben morir".
#VivePoniente pero… ¡Vívelo con un poquito más de HBO, ¿no?…! Juego de Tronos 8 mejora, sí, pero falta. Al menos, para alcanzar los niveles de temporadas anteriores, en las que todos teníamos claro aquello de que en Juego de Tronos, ‘ganas o mueres’.
Nos habían puesto los dientes largos al avisarnos de que Miguel Sapochnik, el mismo que estuvo al frente de la épica ‘Batalla de los bastardos’, sería el director de la cruenta, y de imprevisible final, ‘Larga Noche’ en Invernalia, en el tercer capítulo.
(Intenso sí que fue, pero visible… No del todo).
Se trató de la batalla más cara de la historia de la televisión, sin embargo, no de la más vista… Porque lo que se dice ‘vista’, vista, no lo fue del todo, la verdad.
Al final del segundo episodio ya se nos encogió la barriga mientras oíamos sonar las alarmas y creíamos ver a todo el ejército de ‘Caminantes blancos’ a lo lejos. Venidos desde más allá del Norte del Muro y preparados para esa gran batalla de la que no hemos parado de hablar desde la muerte del añorado Hodor.
Las bajas más significativas (al fin, debo decir, porque parecía que ya no moría nadie en Juego de Tronos), nos helaron la sangre. En tono azul, claro. La pequeña Lyanna Mormont, a la que adorábamos por su firmeza de carácter pese a su juventud.
Y también su familiar vivo más próximo, Jorah Mormont, en el mismísimo campo de batalla protegiendo con su cuerpo a una aterrorizada Daenerys, para gran pesar de nuestra ‘Madre de Dragones’.
(Y Theon Greyjoy, como verdadero escudo humano de Bran. Claro que como ‘lo que está muerto, no puede morir’, según el lema de las Islas del Hierro, parece que estaba cantado).

Juego de Tronos 8 no ha superado aún uno de los momentos más desgarradores de la épica ‘batalla de los bastardos’, ni siquiera en la ‘Larga Noche’. (Foto HBO).
La verdad es que todos habríamos puesto la cara de susto de Samwell Tarly, con absoluta certeza, de tener que enfrentarnos a algo semejante… ¡Cómo no temblar, pobre Sam, lo suyo son los libros y no las batallas!
Pero una cosa es dejar lugar para la sugestión… Así, fue fantástico el momento en el que los Dothrakis desaparecieron, sin más, víctimas de los Caminantes blancos. A pesar de portar espadas prendidas de fuego por Melisandre, gracias al Señor de la Luz.
Y otra bien distinta es que la escena no se vea bien y tengas que echar mano de la imaginación en medio de una especie de ventisca perenne, además de nocturna.
Está claro que a ‘Juego de Tronos’ se lo pasamos por alto casi todo porque cuentan con la Madre de Dragones, nuestra querida Khaleesi, y con Jon Nieve. Pero es del todo reprochable a HBO.
Tres temporadas esperando la ‘Gran Guerra’ entre los muertos y los vivos para luego verla… ¿Entre nubes?… ¡Perdona! Menos mal que si de algo hacen (hacemos) gala los seguidores de la saga de Juego de Tronos es de imaginación, además de sed de justicia, que si no…
Y resultó difícilmente encajable el paseíllo de ‘walking deads’ por el interior de los salones de Invernalia, más propio del laboratorio científico de ‘Guerra Mundial Z’, que de los Caminantes blancos de Juego de Tronos.
Gracias que siempre nos quedará Arya Stark, quien dejó su lista aparcada por un momento, para eliminar nada menos que al mismísimo ‘Señor de la Noche’, salvando a Bran y acabando así con toda la tropa al completo de viejos y nuevos Caminantes.
Incluidos el dragón Viserion y la jovencísima Lady Mormont que tanto nos gustaba (Y tan doloroso el verla con esa inequívoca mirada azul que delataba su paso al lado oscuro).
Superada la escena de los llantos ante tanta pila funeraria de incalculables pérdidas, sobre todo, entre Inmaculados y Dothrakis, las piezas fueron recolocadas sobre el tablero para la cuarta entrega, de trama más elaborada y final oscuramente abierto…
(Muy de agradecer porque es de esos que prometen al grito de ‘Dracarys’).

#Juegodetronos 8 nos trae a una Sansa Stark que ya ha aprendido a conspirar (Fotografía Facebook de ‘Juego de Tronos).
Las hermanas Stark, Sansa y Arya, ya se enteraron de que su hermano bastardo es, en realidad, su primo. Pero medio Stark y medio Targaryen, lo cual las aproxima de alguna manera a la familia de otra reina más de la que tampoco se fían.
Al tiempo que descubren que Jon Nieve y Daenerys Targaryen son tía y sobrino, visualizan otro rostro en el Trono de Hierro.
Mientras este hecho aleja a Arya de Invernalia, partiendo hacia Desembarco del Rey en compañía de ‘El Perro’ con el ánimo de recuperar su lista. Sansa, digna aprendiza de ‘Meñique’, conspira con tal información desvelando el secreto del heredero de los Stark a Tyrion.
El complot está servido. Tal y como afirma ‘La Araña’, también consejero en el séquito de la ‘Rompedora de Cadenas’, cuando un secreto ya es conocido por ocho personas, “se convierte en información”.
Entretanto, mientras la conspiración camina entre los Lannister y los Stark, Brienne de Tarth perdió la virginidad con Jamie Lannister, para después perder también la fe en él (al verlo partir, de nuevo, bajo el influjo de su hermana Cersei).

Cersei coronada como reina de Juego de Tronos en el final de temporada 6. Cersei, junto a Montaña. (Fotografía HBO).
Y cayó otro dragón más en la travesía hacia Poniente. Pero sobre todo, murió la mejor amiga de nuestra Khaleesi, Missandei. Hecha prisionera primero y decapitada después por ‘Montaña’, bajo las órdenes de Cersei, claro, ‘la mala entre las malas’.
Con la relación de ‘hielo y fuego’ entre Jon y Danaerys pendiendo un poco del hilo, tras saberse de su consanguinidad (recordemos que todo parte de la visión que tuvo Bran Stark de Lyanna Stark dando a luz al bebé Jon Nieve en la ‘Torre de la Alegría’ )… Nos avisan de que Sapochnik dirige también el quinto y próximo episodio, el más largo de esta temporada.
Si además tenemos en cuenta que Emilia Clarke, nuestra adorada Khaleesi que está poco a poco tornándose tan oscura como las cenizas que dejan tras de sí sus amados dragones (aunque ya sólo le quede uno), lo dijo bien clarito en una reciente entrevista televisiva: “Busquen la tele más grande que puedan encontrar para los dos capítulos finales”…
Parece que la cosa pinta mejor para el que será el capítulo más largo de esta temporada 8 de Juego de Tronos, un verdadero duelo al sol entre las dos reinas rivales, Cersei y Daenerys, más que dispuesta a decir aquello de “Dracarys”.
Pero no olvidemos dos pequeños detalles… Melisandre se entregó a la muerte ante Sir Davos tras la batalla al alba, tal y como vaticinó, pero dejó su mágica gargantilla sobre el campo de batalla. ¿Quién podrá ponérsela y reactivar extraños poderes de inmortalidad?
Y por otro lado… ¿Qué fue del bebé de Craster (aquel salvaje septuagenario, encargado de guardar el ‘Torreón’, que yacía con todas las jóvenes y entregaba los bebés engendrados a los Caminantes blancos).
Recordemos. Fue abandonado en la nieve a merced del Señor de la Noche, quien lo convirtió en uno de ellos con sólo tocarlo (Capítulo ‘Guardajuramentos’, la temporada 4).
¿Recuerdas sus ojos azules?