‘Veneciafrenia’, explosivo cóctel de realidad y terror
Actual, fresca y amena, la última obra del cineasta Álex de la Iglesia es inquietante ante el debate de la turistificación
‘Veneciafrenia’… “Como mosquitos atraídos por el faro más brillante, los turistas están apagando la luz de la ciudad más hermosa del planeta. La agonía de las últimas décadas ha desatado la ira entre los venecianos…”
Así, tal cual, reza el comienzo de la sinopsis de la última película de Álex de la Iglesia. Un thriller de terror, sí, como él acostumbra. Pero actual, fresco y hasta ameno, pues le encuentra una explicación razonable a la maldad.
Más aún, cuando bajo ésta subyace un dilema social entre lo que está bien y lo que está mal, sobre lo que éticamente debe primar para el bienestar de la población de una ciudad tan turística como Venecia.
Y es que los que hemos sido testigos directos del hartazgo de los venecianos y, como ellos, hemos agradecido esa hora del caer de la tarde en la que tan sólo paseamos por sus calles y canales quienes pernoctamos allí… Sabemos de lo que habla Álex de la Iglesia cuando lo llama “Veneciafrenia”.
Veneciafrenia podría ser una realidad desde que aquel enorme crucero impactó en el borde del paseo del Gran Canal antes de la pandemia. Pudo ser una catástrofe, y sólo porque el capitán intentaba que los turistas vieran aún más de cerca la imponente Plaza de San Marcos.
La mitad de los ‘cafetines’ de toda la vida han sido comprados por los chinos (aunque sepan preparar los capuchinos), y el Carnaval se ha turistificado hasta convertirse en una atracción que dura todo el año.
El debate entre los que viven de la industria turística y los venecianos que no pueden transitar por su propia ciudad en el día a día, por esa ‘marabunta’ que ruge entre ‘selfies’ y orinan en los callejones, está servido.
Así que la originalidad de sustentar en él toda una trama negra de asesinatos, ‘vendettas’ operísticas y pistas que conducen incluso a sociedades secretas… Es, sencillamente, todo un acierto.
Quién dudaría de que el ajusticiamiento antropológico de toda una ciudad que se defiende, podría justificarse de manera tan creativa… De la Iglesia le añade chispa y creatividad a unos asesinatos que te mantiene atento a la pantalla. Tanto como a las magnéticas imágenes de la maravillosa Venecia y sus canales. (Por cierto, Ingrid García Jonsson está fantástica).