Sara Baras taconea ‘farruca’ en el Cuyás
Flamenco del bueno, de raza y tacón, llena de arte el escenario capitalino con el vuelo de Sara Baras.
Sara Baras pisa de nuevo el escenario del Teatro Cuyás con ‘Sombras’, un recorrido en baile, en cante y en toque por la trayectoria de una bailaora que es leyenda.
Dice el bailarín, y siempre inspirador coreógrafo, Cesc Gelabert que “bailar es habitar el cuerpo con el corazón y la mente”. Y partiendo de este maravilloso pensamiento, con el que coincido absolutamente, no es de extrañar que Sara Baras confiese que baila mejor después de haber sido madre.
Sara Baras sabe que el arte no aparece por el arte, sin más, sino que se alimenta de sus vivencias. Es orgánico. Y ella es generosa. Sí, nació flamenca. Pero vive profundamente lo que baila y al mismo baile le entrega todo cuanto vive.
Y así enloquece a todos cuantos participan de su arte. Sara Baras enloquece y #enlorquece, que diría Miguel Poveda en su nuevo disco. Porque su baile es puro verso y ella ‘versea’ cada paso como en un poema que escribiera bailando.
Su voz es su baile. Y su garra, el aire que mueve la gasa de su vestido. Flamenca. Sara Baras regresa al Teatro Cuyás (de nuevo, un lujo). Y aunque pedir más, hubiera sido avaricia…Bailará tres funciones, en vez de sólo dos, en esta ocasión.
¡Bravo! Porque Sara Baras inspira vida como mismo inspira arte, y siempre sabe a poco.
Llega con la gira de ‘Sombras’, donde la mujer, la raza y el color están presentes. ‘Sombras’ es un homenaje de Sara Baras a la que fuera su maestra y su protectora, ‘La Farruca’. (¡Nada menos!).
Un sentido homenaje pues, en el que ha contado con la colaboración especial del afamado violinista libanés, Ara Malikian. Fiel a sus raíces, como siempre, y a esa curiosidad que la lleva a investigar en el arte, vuelve sobre sus pasos pero para sorprender.
Insiste, para bien, en atender a esa introspección que ya la introdujera en un recorrido por los palos del flamenco recordando a los maestros (a los grandes), en un trabajo anterior, ‘Voces’. Un sentido reconocimiento a los que le han dado tanto.
Y es que la vida y el arte son como la canción…Te dan la risa y te dan el llanto. Y si además tienes ‘duende’, te da a ‘La Farruca’, que como Sara misma dice, es su ‘Sombra’. “La farruca es mi sombra. Ella me vio nacer cuando ya había nacido. Me lleva de su mano tras los telones, cuando suben, cuando bajan… Siempre ella. Profunda, flamenca…”
Flamenca como Sara Baras, que es romance gitano que bracea con el flamenco siempre cogido a su cintura. Una cita ineludible que llega como las flores, en mayo. Y con aroma a azahar.
Serán tres noches consecutivas a partir de mañana jueves, en el teatro Cuyás (20:30 horas). “No estamos locos, que sabemos lo que queremos“… Sino #Enlorquecidos, así que no nos la perderemos.