Santana Cazorla demanda a IFA por fraude en la compra de Anfi
Súplica al Juzgado de lo Mercantil de Las Palmas para que anule la operación suscrita en 2016 por la familia Lyng con el grupo canario-alemán por saltarse, presuntamente, el derecho de suscripción permanente
Santana Cazorla demanda a IFA Canarias por fraude en la compra de Anfi.
Santana Cazorla suplica al Juzgado de lo Mercantil de Las Palmas que anule la operación suscrita en 2016 por la familia Lyng con el grupo canario-alemán IFA, según el escrito de denuncia de 32 folios al que accedió Espiral21.
Anfi es una empresa turística de tiempo compartido, con unos mil apartamentos en Mogán, al Sur de Gran Canaria, extendidos sobre una superficie de 400.000 metros.
Anfi, constituida por el inversor escandinavo Bjorn Lyng (fallecido en 2006), cuenta con 30.000 miembros, de los que 7.000 son noruegos. Noruega es el país con mayor calidad de vida del mundo.
Anfi abriga una compleja red de empresas cuya matriz es propiedad en un 50% de Santana Cazorla y en otro 50% de IFA.
IFA es una sociedad canario-alemana que cotiza en la Bolsa de Frankfurt y en la que Lopesan posee el 52,16% de los derechos de voto. El 47,82% restante está repartido entre socios germanos.
La demanda presentada al juzgado por el grupo Santana Cazorla se dirige contra IFA Canarias como comprador y contra al menos 16 entidades más que participaron en la venta, entre los que se encuentra Ragnar Lyng, hijo del fundador, o el ex parlamentario del PP Manuel Fernández.
Los abogados de Santana Cazorla denuncian la comisión de un presunto fraude de ley en la adquisición del 50% de las acciones de Anfi, que se acompaña de “mala fe y ejercicio antisocial del Derecho“.
La historia comienza en 2016
La historia del conflicto arranca en 2016 aunque en noviembre de 2017 ya hubo un pronunciamiento del Juzgado de lo Mercantil Número 1 que desestimó una petición de Santana Cazorla para que se le permitiera acceder al contrato de compra-venta de IFA con el fin de conocer los nombres de los vendedores.
La decisión de Mercantil 1 está pendiente de ser revisada ahora por la Audiencia de Las Palmas.
En septiembre de 2016, IFA Canarias compró por 36 millones de euros el 100% de Anfi Investment, una sociedad sita en Noruega controlada hasta ese momento por los Lyng.
Anfi Investment, a su vez, poseía el 100% de Anfi International y es Anfi Internacional la que aparece en la escena final de la pirámide como dueña del 50% de la empresa que comparte con Santana Cazorla en Anfi a través de 2 sociedades cabeceras objeto de la disputa: Anfi Sales y Anfi Resort.
Los letrados de la acusación entienden que la estrategia de IFA Canarias con Lyng en Anfi Investment vulnera el pacto de socios firmado en 2004 entre Santana Cazorla y Bjorn Lyng como propietarios conjuntos de los activos de Anfi.
El canario Santiago Santana Cazorla y Bjorn Lyng sellaron en 2004 una alianza que respetaba la equidad accionarial entre ambos.
El documento introdujo una salvaguarda que permitía garantizar la viabilidad de la sociedad en caso de conflicto. Por esa razón, Lyng y Santana Cazorla transmitieron 2 acciones de Anfi Sales y Anfi Resort a Ragnar Lyng.
La cooperación de estabilidad entre los 2 propietarios se mantuvo hasta 2016 (10 años después de la muerte del patriarca), que es cuando se precipitan los acontecimientos que dan lugar a la denuncia ante el Mercantil.
El 21 julio de 2016, otras sociedades de Lyng ajenas a la joint-venture con Santana Cazorla entran a todo trapo. Anfi Holding vende el 100% de Lyng Centro Anfi a Anfi International, dueña del 50% de Anfi Sales y Anfi Resorts (las que comparte con Santana Cazorla).
El 2 de septiembre de 2016, Ragnar Lyng transfiere las 2 acciones (que poseía del acuerdo entre su padre y Santana Cazorla) a Lyng Centro Anfi.
12 días más tarde, el 14 de septiembre de 2016, Ifa Canarias compra a los Lyng el 50% de Anfi Sales y Anfi Resorts. La acusación lo expresa así en su escrito al juez: “Lo que IFA Canarias hizo fue una burda maniobra para intentar evitar el uso del derecho de suscripción preferente establecidos en los Estatutos [el acuerdo de Santana Cazorla]. (…) Fue una acción concertada y plena de mala fe y fraudulenta, ideada y ejecutada por la familia Lyng para vender el 50% a IFA Canarias, eludiendo la aplicación derecho preferente en un clamoroso fraude de ley“.
Según los abogados del constructor canario, Anfi International tenía que sujetarse al procedimiento de los estatutos de la empresa (artículo 7), “ofreciendo a los socios la posibilidad de comprar dichas participaciones“.
Transmisión indirecta
IFA Canarias, para evitar la aplicación de ese artículo, adquirió el 100% del capital de de la compañía de la que cuelga Anfi International (Anfi Investment), con lo que “técnicamente, no se produce la venta de las participaciones, sino de la sociedad matriz, lo que se conoce como transmisión indirecta“, según consta en la demanda. “Al final, un tercero ajeno a la compañía adquiere el 50% del capital social de lo que pretendían evitar los estatutos“.
Los abogados apuntan, como hecho relevante, la participación de Ragnar Lyng en el proceso, no sólo porque comparece en público tras la venta, sino que “una compra de esta magnitud no se prepara y ejecuta en 12 días“.
En el listado de vendedores susceptibles de ser investigados por el juez, Santana Cazorla incluye al ex diputado regional del PP Manuel Fernández, como representante de Lyng Centro Anfi que es la que compra las 2 acciones endosadas a Ragnar Lyng y vendidas posteriormente por éste a empresas de su familia.
En el escrito de denuncia, se afirma que “Santana Cazorla y Lopesan son viejos enemigos y competidores en sectores como el hotelero, la construcción o los servicios“, con litigios antiguos como el se sigue en Primera Instancia Número 9 poir la propiedad de la urbanización Meloneras 2B, en Maspalomas (GC).
Santana Cazorla reclama al juzgado la nulidad de la compra-venta, la restitución de las prestaciones recibidas “como si nunca hubiera sucedido” y la imposición a Ragnar Lyng para que ofrezca al resto de los socios la compra de sus participaciones.