Rocían la casa de una activista saharaui con agua fecal y pescado podrido
Paramilitares marroquíes irrumpen en el inmueble de Sultana Jaya, quien ya perdió un ojo en 2007 tras una brutal paliza policial
Paramilitares marroquíes rocían la casa de una activista con agua fecal y pescado podrido.
Un grupo de estos paramilitares irrumpió en la casa por sorpresa de la activista saharaui Sultana Jaya, residente en Bojador, a unos 200 kilómetros al sur del Aaiún, la capital del Sáhara Occidental.
La entrada por la fuerza en el inmueble llevó aparejado el destrozo de las pertenencias de la casa, según denuncia el grupo de periodistas Equip Media en su cuenta oficial de Twitter.
Según los periodistas saharaui, los grupos, que no se identificaron, vertieron agua de desagüe de cloacas y restos de pescado podrido. Atacaron a la madre de la familia. Llevan más de 160 días bajo arresto domiciliario.
Equipe Media es una plataforma de periodismo saharaui retransmite desde hace más de una década, a través de las Redes Sociales, las atrocidades de la policía y de los servicios secretos en la ex colonia española.
Sultana Jaya lleva más de de 5 meses bajo arresto domiciliario sin orden ni garantía judicial.
Organizaciones de varios países han creado un equipo de apoyo para denunciar su situación ante la comunidad internacional.
Sultana Jaya vive en la ciudad pesquera de Bojador y es la presidenta de la Liga Saharaui para la Defensa los DDHH y en Contra del Expolio de los Recursos Naturales. Fue una de sus fundadoras en el año 2010 pero comenzó a ser una activa defensora de los Derechos Humanos muchos años antes.
El 10 de mayo de 2007, coincidiendo con la celebración de la fundación del Frente Polisario, centenares de estudiantes saharauis salieron a la calles de la ciudad marroquí de Agadir para manifestarse contra la represión que sufrían sus compañeros y familias en los territorios ocupados.
La movilización acabó como una “auténtica carnicería“, afirmó Khaya en un artículo de la agencia de prensa saharaui.
Ella estudiaba francés en Marrakech y en solidaridad con sus compañeros de Agadir salió a la calle a protestar. Un policía marroquí le propinó un porrazo en el ojo derecho. Lo siguiente que recuerda es llevarse la mano a la cuenca del ojo ensangrentada y notar el globo ocular en su mano. Se quedó tuerta.
Debido a la pérdida de su ojo derecho, la activista acude periódicamente a un oftalmólogo en Alicante. Cuando Marruecos rompió el alto el fuego el 13 de noviembre decidió dejar a un lado los reconocimientos médicos para volver. “Mi pueblo me necesitaba“, asiente. Desde que la pararon en aquel control de Bojador el 19 de noviembre, no ha podido respirar aire fresco. Pese a ello, Sultana tiene claro que “lo único que no se puede doblegar es la voluntad de los pueblos“.
Un grupo de paramilitares marroquíes allanaron la casa de la activista saharaui Sultana Jaya, destrozaron pertenencias de la casa, echaron agua de desagüe y restos de pescado podrido. Atacaron a la madre de la familia. Llevan más de 160 días bajo arresto domiciliario. pic.twitter.com/tgw3SRMNR4
— Equipe Media (@Equipe_Media) April 27, 2021