¿Y si el petróleo nos salvara del cero turístico?
Las prospecciones petrolíferas en aguas de Lanzarote y Fuerteventura hubieran supuesto 5.000 empleos y 10.000 millones de inversión. Fuentes del Gobierno canario descartan retomar las negociaciones pese a la crisis del turismo
Repsol descubre un pozo en aguas profundas de Méjico. ¿Y si el petróleo nos salva del cero turístico?
Las prospecciones de la compañía petrolífera en aguas de Lanzarote y Fuerteventura hubieran supuesto la creación de 5.000 empleos y 10.000 millones de euros de inversión. Fuentes del Gobierno canario descartan retomar las negociaciones pese a la crisis del turismo.
En 2012, Canarias afloró las mayores expectativas de su historia económica al habilitarse la extracción de petróleo a 60 kilómetros de las costas de Fuerteventura y Lanzarote.
El Gobierno de Mariano Rajoy autorizó a Repsol a explorar los yacimientos canarios en búsqueda de petróleo en una operación sin precedentes que invitaba a diversificar la economía canaria.
Sin embargo, el rechazo del Gobierno nacionalista de Paulino Rivero (que contaba con el apoyo del PSOE) y el pulso que mantuvo el entonces ministro de Industria, el canario José Manuel Soria, acabaron por aburrir a Repsol y el proyecto quedó congelado en 2015.
Aquellos años, el turismo canario no paraba de crecer tras la crisis financiera de 2008, y nadie intuía que un virus paralizaría en el futuro la economía mundial.
Los políticos regionales de hace una década (CC, PP y PSOE) se volcaron en el turismo como única fuente de ingreso y los demás sectores (agricultura o industria) menguaron a velocidad de vértigo.
Ahora, con la pandemia del Covid-19 y la inmovilización del negocio aéreo, Canarias afronta un crash que llevaría a medio millón de personas al paro, con la pérdida de hasta un 35% del PIB y la quiebra de al menos 50.000 empresas (la mayoría pymes).
Este periódico confirmó en fuentes próximas al actual Gobierno, que “no se prevé ni por asomo reiniciar conversaciones para retomar el proyecto de Repsol“.
El PSOE y los nacionalistas (tanto CC como NC) combatieron con dureza las prospecciones de Repsol, pero diversos portavoces empresariales no ven “descabellada” la posibilidad de retomar “una idea que responda a situaciones críticas como la que sufrimos por el coronavirus que podría durar años para recuperarnos“.
La compañía, a su vez, ha asegurado que Canarias dejó de ser una prioridad en los planes de inversión tras las sacudidas políticas, mientras que su principal valedor, José Manuel Soria, abandonó la política para dedicarse a su profesión privada como consultor y economista del Estado.
¿Qué descubrió Repsol en Méjico?
Repsol confirmó este lunes, 4 de mayo de 2020, que ha realizado 2 importantes descubrimientos de petróleo en aguas profundas del sureste del Golfo de Méjico, frente a las costas de los estados de Veracruz y Tabasco.
La petrolera española anuncia el hallazgo en plena caída del precios de los hidrocarburos internacional.
La compañía, cuyo primer ejecutivo es el ex líder del PNV Josu Jon Imaz, suma este año, con el de Méjico, seis descubrimientos de hidrocarburos en otros tantos pozos en todo el mundo que suponen recursos totales de más de 650 millones de barriles equivalentes de petróleo. Además de México, ha realizado descubrimientos en Estados Unidos y Colombia.
Repsol realizó el descubrimiento en alianza con otros grupos a través de un gran consorcio formado por Repsol, como operador y con un 30% del proyecto; PC Carigali Mexico Operations (28,33%); Wintershall DEA (25%) y PTTEP México E&P Limited (16,67%), informa Expansión.com.
Los planes de Repsol para hacer prospecciones en aguas de Canarias se remontan al Gobierno de José María Aznar (PP), quien dio en enero de 2002 los permisos necesarios para que la petrolera iniciara las prospecciones en 9 campos de exploración al este de Fuerteventura y Lanzarote.
Repsol controlaba un 50% del proyecto con la australiana Woodside (30%) y la alemana RWE (20%). El Tribunal Supremo paralizó el proyecto en 2004 por un defecto de forma en la Ley de Hidrocarburos, que no respetaba suficientemente la legislación medioambiental. La presión social llevó al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) a paralizar la autorización.
José Manuel Soria vio con buenos ojos reactivar los estudios para determinar si frente a las costas canarias existían yacimientos de hidrocarburos, reformulando el real decreto y los permisos que el Supremo había tumbado.
Los eventuales yacimientos en aguas Canarias se encuentran entre 2.000 y 3.000 metros de profundidad, igual que los pozos marroquíes en aguas de Tarfaya (a 98 kilómetros de Fuerteventura), que sí han recibido la autorización por la Casa Real del país vecino para su explotación en los próximos años.
Las estimaciones preliminares que manejó Repsol daban alrededor de 38 millones de barriles cada año, lo que equivaldría nada menos que a un 10% del consumo actual total de crudo de España.
Los planes de Repsol tenían carácter de permanencia, con una explotación efectiva de los posibles pozos de entre 20 y 30 años. La compañía asegura que el proyecto implicaría inversiones durante ese periodo de alrededor de 13.000 millones de dólares (unos 10.000 millones de euros).
Las Islas se verían beneficiadas por economías de escala con una facturación de 4.00 millones de euros y la creación de 5.000 empleos.
Canarias rechazó el proyecto por miedo a eventuales vertidos procedentes de las zonas de prospección y explotación, que, en caso de producirse, pondrían en jaque toda la economía regional, basada en el turismo, y tendría graves consecuencias medioambientales.