Rabat saca provecho del Brexit
Paso de gigante en el Magreb con Reino Unido.
El rey de Marruecos, Mohamed VI, ha mostrado una envidiable sagacidad para la diplomacia y la alta política al entablar relaciones con Londres cuando la crisis del Brexit atenazaba a Europa.
Mientras España, Francia o Alemania se enfadaban por las cuotas pesqueras, agrícolas y comerciales, Rabat abría una rendija hacia el Estrecho que les permite, desde el 1 de enero, aprovechar un acuerdo de libre cooperación con los británicos.
Además del tomate o los pepinos, Marruecos conquistó este lunes un hito al anunciar un yacimiento de gas en aguas al norte de Canarias, próximas a la costa con Larache (por encima de Agadir).
Chariot será la encargada de perforar las bolsas de gas en una operación a gran escala que permitirá llegar hasta Gulemin, una de las ciudades saharauis que será agraciada con una lluvia de millones de energía verde proveniente del Reino Unido.
Canarias llega tarde a este nuevo diagrama anglomagrebí sin que sepamos aportar los siglos de historia comercial con Londres. Una oportunidad perdida. Una ocasión tan licuada como lágrimas en la lluvia. Y, como siempre, de espalda al continente vecino.