PSOE ata a NC y Podemos al tren de GC por 2.000 millones de euros
Socialistas y podemitas cambian el sentido del compromiso electoral que asumieron en 2019 con el ferrocarril. Pérez del Pino trata de salvarse: "La opinión de Luis Ibarra no es la opinión del PSOE"
PSOE ata a Nueva Canarias (NC) y Podemos con el proyecto de construcción de un tren para Gran Canaria, cifrado en 2.000 millones de euros.
El grupo socialista del Cabildo conquistó una moción de urgencia por 21 papeletas a favor, 4 abstenciones y un único voto en contra, que permite a Gran Canaria incorporar la red ferroviaria a la agenda española que negociará con la Unión Europea el programa Next Generation, dedicado a paliar el impacto económico de la pandemia.
El líder socialista Miguel Ángel Pérez del Pino (que cuenta con 8 consejeros) promovió in extremis la moción con el fin de agilizar los trámites ante el ministro de Transportes y Movilidad, José Luis Ábalos, con el que dialogó antes de las vacaciones de Navidad.
En una conferencia multimedia, el lunes, 28 de diciembre de 2020, el consejero de Obras Públicas, Sebastián Franquis (PSOE), había conminado a los cabildos de Gran Canaria y Tenerife a priorizar la presentación del ferrocarril como alternativa al transporte convencional (guaguas, coches de alquiler, tranvías o taxis).
La moción del PSOE (a la que se sumó Unidos por GC-CC y Ciudadanos, además de la abstención del PP), representa la primera acción institucional del Cabildo en 2 décadas para financiar todo el presupuesto del tren, que asciende a 2.000 millones, 4 veces más que la presa Chira-Soria.
La otra gran novedad del pleno ordinario la protagonizaron PSOE y Podemos, que cambiaron el compromiso electoral de 2019, opuesto al tren.
En el debate del pleno, las 2 consejeras de Podemos no intervinieron, pero Pérez del Pino marcó distancias con el candidato a presidente en 2019, para justificar el cambio de orientación. “Las opiniones de Luis Ibarra no son las opiniones del PSOE“, recalcó en respuesta al dirigente del PP-AV, Marco Aurelio Pérez, cuando éste recriminó la falta “de coherencia socialista“.
Ibarra, en la actualidad presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, sustituyó el tendido del tren aprobado en el mandato 2007-2011 por Román Rodríguez (hoy consejero de Hacienda), por otro diagrama que partía del aeropuerto de Gando hacia el sur de la Isla.

Tren GC tiene como presidente de la sociedad Ferrocarriles a Miguel Ángel Pérez del Pino, vicepresidente del Cabildo (Foto Espiral21).
Sin embargo, Pérez del Pino, vicepresidente del Cabildo y consejero de Transportes, justificó la planificación en 3 razones: “Modernización, transición energética y movilidad“.
Marco Aurelio Pérez (se equivocó en el momento de la votación y pulso el botón negativo), recalcó que su grupo se abstendría por “rigor con los electores”, e indicó que el tren “no es el proyecto que necesita la economía de Gran Canaria” para salir de la crisis, que durará hasta 2023.
El tren de Gran Canaria lleva gastados unos 30 millones de euros en trabajos de planeamiento, pero su materialización sigue en el aire, debido al elevado presupuesto.
Mientras PSOE, Podemos y PP se habían opuesto, Nueva Canarias se mantenía discreto como partido y Ciudadanos y Unidos x GC optaban por su realización.
En Podemos, por ejemplo, el concejal de Urbanismo de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Doreste, es partidario de respaldar los vehículos de alta ocupación (VAO) como las Metroguaguas antes que el tren.
El ferrocarril de Gran Canaria cuenta con una empresa pública adscrita al Cabildo, a la que pertenece como empleada la actual consejera de Derechos Sociales del Gobierno, Noemí Santana, contratada por Román Rodríguez cuando era vicepresidente insular bajo el mandato de José Miguel Pérez (PSOE).
El tren empezó a tomar forma con María Eugenia Márquez (PP) como presidenta cabildicia, pero apenas contó con oxígeno financiero mientras Tenerife le ganaba la partida a Gran Canaria para implantar un tranvía entre Santa Cruz y La Laguna que ha sido un éxito.
La alianza PSOE-NC (2007-2011) permitió a Román Rodríguez contar con Luis Hernández (ex presidente del Puerto) para dar visiblidad al ferrocarril y presentar los modelos de la empresa franco-alemana Alstom. El relevo lo tomó más tarde José Miguel Bravo de Laguna (PP), que volvió a incitar el encargo de informes técnicos.
En el primer gobierno de Antonio Morales (NC-Roque Aguayro) con Ángel Víctor Torres, el tren fue un convidado de piedra desde la Autoridad Única del Transporte que dirigía, como ejecutivo, Miguel Ángel Pérez del Pino.
La sacudida en las elecciones a la Agrupación socialista de Las Palmas, donde Pérez del Pino (con el apoyo de Franquis) se impuso al alcalde Augusto Hidalgo por un estrecho margen de votos, permitió que el hoy consejero de Transportes ganara más competencias en detrimento del entonces consejero, Francisco Trujillo (hoy en Acción Exterior del Gobierno), pero el tren apenas avanzó, salvo señalar trazados que implicaban unir la estación de guaguas con San Telmo, retranquear la Base Naval para unir las vías hasta el Puerto de La Luz, ganar terreno al mar para evitar la presión sobre el barranco de Guiniguada o situar la principal torre de control en Vecindario.
A final de 2020, y tras más de 2 décadas de avances insignificantes, el ferrocarril de Gran Canaria toma brío si Bruselas accede a financiar en los años venideros la mayor obra en infraestructuras de la isla, en la que ahora, Pérez del Pino apuesta por soterrar la mayor parte de los tramos.
Los expertos consultados por el ex ministro de Economía, Pedro Solbes (PSOE), detallaron que el tren reduciría solo en 10 minutos el trayecto entre Las Palmas y Maspalomas, en comparación a un vehículo, con el agravante que para bajar a la playa habría que contar con guaguas lanzaderas.