Partido Islamista marroquí elogia a Hamás por su “apoyo heroico”
El PJD sale en defensa de los autores de la masacre de Israel y trastoca la cooperación entre Rabat y Tel Aviv. Mientras, Irán cobra todo el protagonismo junto a Hamás, Hezbolá y Al Qaeda-Yihad Islámica
Partido Islamista marroquí, el PJD, elogia a Hamás por su “apoyo heroico” en la masacre que ha costado la vida de más de mil israelitas y que ha provocado la mayor crisis de Oriente Medio en 50 años.
El PJD (Partido Justicia y Desarrollo) es la formación islamista más sólida del país vecino, con representación parlamentaria y alta capacidad de influencia que ha ocupado, incluso, carteras esenciales del Gobierno marroquí.
En las múltiples adhesiones hacia Hamás, pese a ser considerado por Occidente como un grupo terrorista vinculado al ISIS (Estado Islámico) y a Al Qaeda, Marruecos va camino de ser uno de los países damnificados en su cooperación con Israel.
Hasta el fin de semana, Marruecos avanzaba hacia relaciones diplomáticas plenas con Tel Aviv, en el marco de los llamados acuerdos de Abraham, pero la reacción de las fuerzas militares israelíes en la Franja de Gaza, ha condenado cualquier alianza, acusando el mismo impacto Emiratos Árabes y Arabia Saudí.
Rabat expresó su “profunda preocupación” y condenó los ataques contra civiles “donde quiera que estén”. Pero el partido islamista PJD, el mayor en el Parlamento hasta las elecciones de 2021, elevó el tono poniendo el acento en la primacía musulmana como fuente de cohesión internacional. El partido no dudó en alabar el ataque de Hamás como “un acto heroico” y “una reacción natural y legítima a las violaciones cotidianas” del Estado hebreo.
El resto del arco parlamentario marroquí está temeroso de que la guerra de Israel y Hamás (que gobierna en Gaza), pase factura ante el electorado. La totalidad de los partidos (a excepción del PJD), ha mirado hacia Palacio para pulsar alguna directriz institucional (que se limitó a condenar los ataques a civiles), pero el desgaste de imagen de la monarquía tras el terremoto de Marrakech, les impuso guardar silencio.
Marruecos dispone de hasta cuatro vuelos diarios con Tel Aviv, tras rehacer unas relaciones comerciales que llevaron a Israel (y a Estados Unidos) a reconocer la soberanía del Sáhara Occidental. Esa agenda “puede cambiar” si la onda expansiva de la contienda “se recrudece”, según fuentes conocedoras de las negociaciones.
Por ejemplo, la apertura de una oficina diplomática de Israel en Dajla (antigua Villacisneros) ya es historia. Al igual que la durabilidad a medio plazo para mantener las rutas aéreas. De hecho, hasta febrero de 2024 no es posible comprar un pasaje de la RAM para volar de Ben Gurión a Casa Blanca, ante la vuelta a casa de la diáspora de origen sefardí que se traslado en 2021 a Israel para trabajar en el sector servicios y en las empresas de gestión geriátrica. “Hay mucha incertidumbre”.
Marruecos analiza con lupa las reacciones de sus socios en la Liga Árabe, pero, sobre todo, mira a Irán, considerado el factótum de la operación de asalto sobre suelo judío, hasta el punto de que Hamás confirmó su apoyo directo.
En Teherán y otras ciudades, mles de personas se manifestaron ondeando banderas palestinas.
En la capital iraní se podía leer en grandes carteles: “La gran operación de liberación ha comenzado”. También en Turquía, Irak, Siria, Líbano y Yemen hubo protestas de apoyo a los palestinos.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, apoyó “la legítima defensa del pueblo palestino” y acusó a Israel de poner en peligro la seguridad regional por su opresión de Palestina. “El régimen sionista y sus promotores son responsables de poner en peligro la seguridad regional y deben rendir cuentas”, aseguró el mandatario. “El equilibrio de poder ha cambiado”.
Raisi emitió el comunicado de apoyo al ataque contra Israel tras mantener una conversación telefónica con el jefe del buró político de Hamas, Ismail Haniye, de cuyo contenido no se ofreció más información. Raisi también habló por teléfono con el líder de la Yihad Islámica, Ziad al Najala.
De forma oficiosa ha trascendido que Raisi, Haniye y Najala se reunieron al menos tres veces (con un cuarto invitado, el número uno de Hezbolá, Hassan Nasrallah), en Turquía, Líbano y Teherán, con el fin de planificar la acción militar sobre Israel.
También ha circulado, sin confirmación institucional, que los servicios de inteligencia egipcios advirtieron a sus homólogos de Israel (Mossad) de la inminencia de un atentado “de gran calado”, pero la crisis interna del Estado judío y las disensiones políticas en torno al primer ministro, Benjamín Netanyahu, acabaron entre montañas de informes.
Teherán respalda a la vez, con el fin de expandir su influencia regional, a Hezbolá (Líbano), Hamás (Gaza) y Yihad Islámica (Siria e Irak) y a los rebeldes hutíes en Yemen, un rosario de terrorismo a gran escala capaz de neutralizar la cooperación entre Arabia e Israel.
Para no dejar dudas sobre los cambios en el mapa geopolítico, Gazi Hamad, portavoz de Hamas, declaró a Newshour , del Servicio Mundial de la BBC, que tenían respaldo directo de Teherán, que se comprometió a “apoyar a los combatientes palestinos hasta la liberación de Palestina y Jerusalén”.
Mientras el avispero de Oriente Medio arde por horas, en Europa sigue todo al ralentí. A primera hora de la tarde, Bruselas anunciaba la suspensión de la ayuda a Palestina; a medianoche, rectificaba. Solo habría una revisión.
Por si acaso, y a menos de un año de los Juegos Olímpicos de París, Europa intensifica las medidas de seguridad en torno a lugares de la comunidad judía, como sinagogas, cementerios y escuelas, en Francia, Alemania y el Reino Unido, con el fin de minimizar los ataques antisemitas.