París en 8 realidades sociales para Macron
Máxima seguridad en la calles de la capital francesa. El turismo baja y aumentan los sin techo. Los jóvenes más partidarios del Frente Nacional.
1.Vigilancia policial. La seguridad se ha convertido en la prioridad de los franceses tras la ola de atentados terroristas. En los últimos días, enclaves como las plazas de la República o Bastilla, están literalmente acordonados por la gendarmaría. En los accesos viales, la Policía chequea los automóviles susceptibles de sospecha.
2. Arte político. Marine Le Pen ha logrado que su rostro se convierta en pieza de arte warholiano con un cartel visible en barrios bohemios como San Martín o donde residen los colectivos gays, El Marais. Eso sí, con un grito de denuncia en inglés: Fiera (Fear). La ultraderechista sostiene que ha nacido una fuerza política imparable.
3. Menos turismo. La ocupación turística en París está por debajo del 70%, una cifra que reduce los ingresos del sector servicios. Los barcos que navegan por el Senna, que iban llenos hace 2 años, muestran cómo la afluencia de visitantes ha caído desde la proliferación de atentados.
4. Los jóvenes, con el FN. La juventud dispone de una variedad de ocio y cultura en París. Ajena en gran medida a un debate que fatiga por su duración, el Frente Nacional ha conseguido conectar mucho más con las nuevas generaciones. Los sociólogos franceses lo atribuyen a la crisis económica, al olvido de la Guerra y a la negativa entender qué significa ultraderecha.

Macron junto al cartel del musical Priscilla, Reina del Desierto, en el barrio del Marais. (Foto Espiral21).
5. Macron más visto. Emanuel Macron ha gozado de más difusión en la cartelería electoral que su oponente. La foto corresponde a uno de los postes junto a la salida de la estación de San Pablo, en una de las calles comerciales más transitadas de la capital parisina, Rivoli. Macro aparece al lado del anuncio de un musical, Priscilla reina del desierto.

Fachada del Bataclán, en la avenida Voltaire, permanece siempre con vallas en su exterior desde el atentado. (Foto Espiral21).
6. Bataclán en el recuerdo. Fue el 13 de noviembre de 2015 cuando la sala de conciertos Bataclán sufrió uno de los peores atentados del Daesh. Murieron 120 personas y los heridos se contaron por decenas. El trauma sigue muy vivo en la sociedad francesa hasta el punto de que el lateral exterior del Bataclán ha pasado a ser un pequeño santuario donde los franceses depositan flores en recuerdo de las víctimas. La sala, actualmente, está en reformas y desde los sucesos permanece siempre con vallas en su exterior como medida de seguridad.

Lápidas de los mártires cristianos fallecidos en las cámaras de gas del Nazismo. La colaboración con Alemania en la II Guerra se coló en la campaña. (Foto Espiral21).
7. Mártires del nazismo. No solo los judíos sufrieron la persecución nazi. La iglesia de San Roque, en la pudiente zona de la plaza Vandome y la calle de San Honorio, alberga las placas conmemorativas de los cristianos nazis que murieron bajo las cámaras de gas de los campos de concentración. Las lápidas recogen el número de fallecidos en cada campo. En la campaña, Marine Le Pen reclamó revisar en positivo el papel del régimen francés de Vichy en su colaboración con la Alemania nazi.

Una mujer sin techo, con varios bolsos, permanece sentada junto a un tío vivo en Ayuntamiento de París. (Foto Espiral21).
8. Desigualdades a pie de calle. Las personas sin techo abundan más que en años anteriores en las calles de París. Las desigualdades sociales se han acentuado. El 10% de las personas más ricas acumulan el 50% del PIB francés. El paro afecta a 3 millones de personas (el 10% de los demandantes), pero Marine Le Pen sostiene que la cifra es muy superior, hasta 7 millones. La mayor parte de los hijos de las clases asalariadas no va a la universidad. El 40% de los más pobres carece de ingresos.