Pánico en China ante un inminente cierre económico por el ‘cero Covid’
Pánico en China ante un inminente cierre económico por el ‘cero Covid’.
Los disturbios se apoderan de las principales ciudades con incidentes nunca vistos en una década, como son los casos de Beijing, Xianjiang o Shanghai.
El Gobierno de Xi Jiping prepara una respuesta contundente ante los grupos opositores al confinamiento.
Los manifestantes, civiles en su mayoría, están sufriendo detenciones masivas. Basta con mostrar un papel en blanco, como protesta ante la censura, para ser trasladado a comisaría.
Un bloqueo al movimiento de personas, como en 2020 y 2021, llevaría al cierre de todos los polos económicos del país y, por extensión, provocaría otro caos en los suministros a Occidente, sobre todo, ante las puertas de la Navidad, uno de los periodos de mayor consumo.
Una nueva crisis en la logística implicaría aumento de fletes en el transporte marítimo después de que, en los últimos meses, las navieras aplicaran reducciones graduales con el fin de estimular los mercados.
En este contexto, los precios de productos básicos (incluidos los alimentos), que han subido entre un 25% y un 35%, entrarían en otra espiral especulativa sin que se vislumbre una salida clara al final del túnel.
Pero ante todo, China y su población están agotadas de los vaivenes de la Administración y del Gobierno. Algunas protestas han reclamado la dimisión del Partido Comunista y la convocatoria de elecciones democráticas, algo inusual en una sociedad que vuelca todos sus esfuerzos en el control de la información.
Las protestas contra las restricciones impuestas por en su estrategia de ‘cecro covid’ muestran la indignación tras el incendio que provocó la muerte de personas en un inmueble cerrado a cal y canto durante 100 días con la obligación de no moverse de sus casas. Las llamas se propagaron por diestro y siniestro en un barrio de Xianjiang sin que los bomberos pudieran acceder al lugar del suceso por el impedimento de la policía.