Navieras mantendrán precios altos ante las incertidumbres
La falta de buques o los altibajos de la demanda coincide con el desconcierto del transporte marítimo mundial al no haber acuerdo sobre el combustible del futuro
Navieras de todo el mundo mantendrán los precios altos (fletes) ante las incertidumbres que plantean las emisiones de gases contaminantes con efecto invernadero.
Maersk, MSC, CMA, Cosco o Evergreen creen que el modelo de elección de los futuros buques “es un ciclo sin determinar” a pesar de que en 2023 empiezan los requisitos de control de la huella de carbono o uso de combustibles fósiles, según la impresión de operadores portuarios de Las Palmas consultados por este periódico.
Aunque los armadores y navieros han previsto inversiones millonarias en la adaptación de la flota a combustibles bajos en azufre o al encargo de barcos con gas natural licuado, los grandes actores del negocio marítimo mundial se inclinan por la neutralidad del carbono, o sea, no consumir más emisiones de las que se puedan quitar o almacenar.
Las consultoras de las grandes navieras han aprovechado el reajuste de la pandemia por coronavirus, para persuadir a clientes y reguladores sobre el periodo de transición impuesto para lograr en 2030 un control más estricto en el calentamiento global del planeta.
Los propietarios de los barcos han advertido de que los fletes seguirán elevados mientras perduren las incógnitas sobre las emisiones.
Los fletes de China a Los Ángeles (Estados Unidos) han subido un 20% para trayectos que duran entre 12 y 16 días; mientras que para las rutas hacia puertos europeos como Hamburgo, el periodo de entrega se va a 28 y 32 días, con carestías en precios de transporte superiores al 30%. “Tiene un impacto sobre la inflación indudable. Explica, por ejemplo, por qué la economía americana prevé que el IPC de 2021 aumentará un 5%“, según fuentes portuarias.
Los incrementos del flete coinciden con un reajuste del negocio mundial ante el déficit de barcos, los altibajos en la demanda o la expansión del Covid, que obliga a cerrar puertos de forma temporal para prevenir brotes de importancia, como viene ocurriendo en al menos 26 instalaciones portuarias de China.
La escasez de buques plantea la perspectiva de que los costes de flete se mantengan altos ya que los supervisores de la competencia permitieron concentrar alianzas entre navieras (unificación de la carga) para ganar en eficiencia.
Otro motivo de inquietud en el sector es el tipo de buques que hay que encargar, dada la nueva regulación medioambiental para combustible bajo en azufre.
Las normas mundiales sobre eficiencia energética que entrarán en vigor a partir de 2023 han impulsado el interés por los buques que utilizan gas natural licuado (GNL), pero los pedidos se han estancado en el mismo porcentaje del total de los pedidos desde octubre de 2019.
El GNL reduce las emisiones de gases de efecto invernadero aproximadamente un 25% en comparación a los combustibles tradicionales, pero es controvertido porque garantiza emisiones sustanciales durante 25 años. Los ecologistas creen que la industria debe dar un salto más radical hacia los combustibles limpios, como el amoníaco verde o el hidrógeno.
La inversión de 1.200 millones de euros de Maersk en buques neutros en carbono supone el mayor paso hasta la fecha hacia una industria del transporte marítimo verde. El movimiento es mejor para el medio ambiente que para unas empresas castigadas por los fuertes costes de importación, según un análisis de Financial Times dado a conocer este martes, 24 de agosto de 2021. La descarbonización es una de las razones por las que la inflación de los gastos generales del transporte marítimo tardará tiempo en desaparecer, opina el prestigioso rotativo británico.
Las navieras están desconcertadas y no se ponen de acuerdo sobre el combustible del futuro.
CMA CGM, Maersk o MSC, están cambiando la propulsión de los buques a hidrógeno u otra energía no contaminante, pero aún no es suficiente para despejar el horizonte ideal.
CMA CGM, que mantiene una flota de cerca de 400 naves, ya opera con embarcaciones con GNL, como el viaje inaugural de la motonave Jacques Saade, y solo para 2021 tiene en perspectiva 6 encargos más con gas natural licuado.