Mauritania eleva la alerta por inmigración masiva en pesqueros
Por José Mujica
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La República Islámica de Mauritania elevó el pasado mes la alerta contra las mafias de la inmigración clandestina desde África a Canarias. La decisión se tomó tras los bombardeos sobre la población civil de Yemen a cargo de la alianza de países árabes de la que forma parte Mauritania.
Los servicios policiales, en colaboración con la UE, sospechan que barcos de pesca cargados con entre 1.000 y 1.500 personas a bordo podrían zarpar desde el Sur de país rumbo a las Islas.
El arribo de miles de sin papeles en las costas italianas procedentes de Libia tiene soliviantado a los gendarmes de Mauritania y Marruecos, ya que dan por hecho grandes trasiegos de yihadistas procedentes de Irak y Siria. Solo de Marruecos, hay 4.000 jóvenes enrolados en el Estado Islámico.
Mauritania es un país con escasos recursos, pese a los hallazgo de petróleo y gas, los caladeros de pesca y la explotación de minas de hierro y oro. Con 3,5 millones de habitantes, pero cuatro veces más grande que España, recibe desde 2008 asistencia militar y policial de la Unión Europea contra la inmigración.
Agentes españoles sobre el terreno y ayuda tecnológica
En la actualidad, 20 guardias civiles y una decena de policías nacionales de España viven en Noadibú (al Norte) dentro del programa Sahel West II, cofinanciado desde 2014 por Bruselas con 620.000 euros de coste.
Los cuerpos y fuerzas de seguridad de España disponen de dos embarcaciones y un helicóptero instalado en el puerto mauritano. Cada mañana, al alba, el helicóptero rastrea el litoral de Noabidú como acción persuasiva contra las bandas de traficantes.
Sin embargo, los servicios mauritanos han convenido en subir la alerta ante la posibilidad de barcos nodrizas cargados de subsaharianos, zarpen desde alguna playa al sur de la capital, Nouakchott.
La UE y Mauritania han intensificado los controles por vía satélite, tanto marítimos como terrestres. El Servicio de Vigilancia de Las Palmas, Sive, también está preparado para detectar situaciones que permitan una rápida intervención.
Las patrullas alojadas en los dos puertos mauritanos están revisando las matrículas de los cientos de barcos pesqueros que han atracado en las dos últimas semanas.
La zona más expuesta para las mafias se sitúa al sur del país, donde aumenta la tensión política por la protesta de las etnias de raza negra. La inestabilidad coincide con los hallazgos de Kosmos Energy.
Pero la zona más desasistida para la policía se sitúa al Sur. En los últimos meses, a raíz del anuncio de Kosmos Energy sobre un nuevo pozo de petróleo y gas, en la frontera con Senegal, las etnias de raza negra han reivindicado mayor control sobre los recursos energéticos y territoriales en franca oposición al presidente de la república, Mohamed Abdelaziz.
Un incremento en la tensión política agravaría las políticas de control y las mafias y el crimen organizado prepararía de inmediato una salida masiva de inmigrantes.
Un foco más fácil de vigilar
Colarse en un barco de pesca rumbo a Canarias cuesta alrededor de 2.000 euros, 3.000 euros más que los pasajes de Libia a Italia.
Según fuentes de inteligencia, unas 40.000 personas de origen subsahariano esperan en Mauritania para cruzar a Canarias.
Los férreos controles aplicados desde 2008 han frenado el flujo de inmigrantes, que alcanzó su cénit en 2006 con 32.000 indocumentados en las costas canarias. En los últimos meses, no llega a 200 el número de sin papeles que han visto frustrado su sueño.
Para las fuentes consultadas por Meridian, las características geográficas de Mauritania son diferentes a las de Libia. Primero, influye el enorme desierto que está a la espalda de la costa, de manera que los satélites rastrean con más facilidad el movimiento de grandes volúmenes de personas y de vehículos 4×4: “Las mafias se organizan con móviles, vehículos todo terreno y localizadores GPS. Si los interceptas, reducen su capacidad logística”.
Otro factor diferencial frente al caso libio, lo protagoniza la presión siria: “En Mauritania apenas hay sirios. Aquí son en su mayoría subsaharianos que salieron hace dos o tres años de sus países, sobre todo de Mali y Níger, y que esperan como pueden. Por ese lado, estamos algo más tranquilos”.
Para España, Mauritania y Marruecos, la seguridad se centra también en conocer si entre las riadas de inmigrantes viajan yihadistas infiltrados provenientes de Irak y Siria. “Es una tarea imposible, pero los esfuerzos son gigantescos y existe una gran preocupación que marca la estrategia de seguridad de todo el Magreb”.
Como se recordará, Marruecos inició una lucha titánica contra la inmigración ilegal tras los atentados de 2003 en Casablanca.
Entre 2008 y 2015, la cooperación policial con España ha permitido interceptar a 2.700 inmigrantes y detener a 148 personas en 144 operaciones.
Las acciones policiales también combaten el fraude de extranjería y frontera en la emisión de pasaportes.
Mauritania ha reforzado su base militar con el fin de ganar peso en las relaciones internacionales del frente árabe. El país forma parte de la coalición internacional de países liderados por Arabia en los bombardeos sobre la población civil de Yemen. De la noche a la mañana, Mauritania se ha colocado en el radar de posibles acciones terroristas.
Después de un mes de constantes bombardeos, murieron unas 2.000 personas, el 15% niños. El secretario general de la ONU Ban Ki-moon propuso al diplomático mauritano Ismail Ould Cheij Ahmed -hasta ahora encargado de coordinar la respuesta al ébola- como nuevo enviado de la ONU a Yemen en sustitución del marroquí Jamal Benomar.
El pasado año, Arabia otorgó unos mil millones de euros al Gobierno mauritano para cooperar en el fomento de la ganadería y la acuicultura, con el fin de paliar la grave sequía y desertización que sufre el país desde hace cinco años.
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