Más que una moción de censura fue un retrato
En Ciudadanos preferían terminar la legislatura y agotar al presidente Rajoy o presionar para que se convocaran elecciones inmediatamente
Tras conocerse la sentencia de “La trama Gürtel”, el partido socialista, con Pedro Sánchez al frente, presentó la moción de censura en el Congreso.
Por cierto, una sentencia, la de Gürtell, que a medida que pasan los días se va dulcificando y no porque sí, con los recursos que se presentaran en los distintos tribunales la sentencia irá bajando en el número de años, y de esos que queden solo se cumplirá un tercio de la condena.
Así que aquellos que se alegraban de los 50, 30 y 15 años que le habían caído a los principales cabecillas la verdad es que dentro de 5 u 8 años estarán disfrutando del dinero que siguen teniendo en los paraísos fiscales, de fuera y de dentro de la Unión Europea, que es lo más triste.
Por lo pronto, de la entrada en prisión ya se está librando más de uno, entre ellos la esposa del propio Bárcenas. Es curioso que se dictamine que el ex tesorero del PP vaya a la cárcel por el riesgo de fuga, ya que se confirma que tiene dinero en el extranjero, y su esposa no.
A pesar de la sentencia, el PP sigue negando cualquier implicación hasta la saciedad. Con un discurso machacón explica que los casos corrupción son aislados y a título personal y que el PP estaba en ascuas sin enterarse de nada, aunque tenga más de 80 cargos investigados o condenados de otros tantos casos. Esto no parece tener fin porque cada día que pasa tenemos un nuevo caso de corrupción.
Mientras la estrategia de Mariano Rajoy fue la de siempre, la del camaleón, me quedo quieto hasta que pase el peligro. Seguramente pretendía dejar pasar el tiempo, desaparecer unos días de la escena pública, algún oportuno viaje al extranjero y esperar que la memoria de los españoles, que por cierto es muy mala y muy corta políticamente hablando, hiciera el resto.
Lo que no esperaba ni PP ni Ciudadanos es que el PSOE presentara una moción de censura al día siguiente de conocerse la sentencia de la Gürtel. Más que una Moción al Gobierno fue una llamada para retratar a cara descubierta el juego de los partidos en el Congreso.
Estaba claro que los números no le favorecían. Sánchez tenía que pactar con partidos como el Pdcat o Bildu entre otros, que no son del agrado ni siquiera de sus propios afiliados. La pretensión del secretario general de PSOE era simplemente que los partidos quedaran retratados en el panorama político.
Este desafío fue directo a Ciudadanos. Este partido apoyó al Gobierno por un lado y a la vez ejercía una dura oposición de desgaste por otro. Rivera estuaba más que conforme con la actual situación, su preferencia era que Rajoy y su partido terminaran la legislatura bajo mínimos de popularidad y máximos de corrupción.
En Ciudadanos preferían terminar la legislatura y agotar al presidente Rajoy o presionar para que se convocaran elecciones inmediatamente. Esta estrategia le dio resultado en Cataluña y con ella ganaron las elecciones y esa era ahora su estrategia nacional ahora.
Pero el reto era también para PNV, ERC, Pdcat, Bildu entre otros. ¿Lo apoyaban a él, aún sin negociar, o mantenían a Rajoy? A todos les resultaba difícil explicar cómo con la abstención podía incluso mantener a Rajoy a pesar de que el Popular es un partido cansado, desgastado y corrupto.
Pero el retrato provocado por Sánchez aclaró muchas cosas y se vieron las caras y no las caretas de algunos.