Marruecos desafía al Cabildo con una misión empresarial del Sáhara
Rabat ordena a los 7 cargos más importantes de la ciudad pesquera de Dajla que viajen hasta Gran Canaria en un vuelo de Binter como demostración de poder ante Antonio Morales y Carmelo Ramírez
Marruecos desafía al Cabildo que preside Antonio Morales con el envío de una delegación empresarial de Dajla (Sáhara Occidental) a Gran Canaria a mediados de mayo.
En pleno conflicto por la soberanía del espacio aéreo, terrestre y marítimo del Sáhara, Marruecos da un paso sin precedentes en el Archipiélago para acreditar la anexión de la ex colonia española, que comenzó en 1975.
La delegación marroquí la encabezan las 7 primeras autoridades de Dajla, que cuentan con la autorización del Gobierno de Rabat para emprender un viaje oficial a Canarias.
El cónsul de Marruecos en Canarias forma parte de la misiva que permanecerá al menos 3 días.
La agenda institucional, que ya ha sido comunicada a la Delegación del Gobierno en Canarias, incluye encuentros con instituciones empresariales y administraciones de las Islas.
El grupo del Sáhara estará formado por al menos 20 personas entre asesores, secretarios y periodistas y partirá directamente desde Dajla en un vuelo de Binter como ejercicio de poder, por parte de Marruecos, frente a Antonio Morales y el consejero de Solidaridad Internacional, Carmelo Ramírez.
Un portavoz oficioso del Cabildo adelantó a Espiral21 que tratarán de confirmar “en toda su extensión un viaje que suena a provocación“.
Al frente de la misiva se encuentra la máxima autoridad de Dajla, el presidente de la región, equivalente en rango a Fernando Clavijo.
Además del jefe autonómico acudirán a Canarias los presidentes del consejo provincial, del consejo municipal, de la Cámara de Comercio, del consorcio de artesanía y del consejo de turismo.
El Gobierno marroquí diseñó y autorizó la delegación bajo el paraguas de la presentación oficial del plan de desarrollo económico de Dajla.
Dajla se convirtió el pasado mes en el escenario mediático de Marruecos con periodistas españoles.
A los medios peninsulares los concentraron en Dajla para dar a conocer la actividad pesquera después del varapalo que supuso la sentencia del Tribunal Europeo.
A un reducido grupo de periodistas canarios, en cambio, se les discriminó con un recorrido por las zonas turísticas pendientes de desarrollo, sin ofrecerles el acceso a las compañías pesqueras.
Dajla lleva 15 años tratando de vender sin éxito las excelencias turísticas de la economía azul, basado en deportes náuticos y la construcción de marinas.
Las propuestas inversoras de Dajla han sido, hasta ahora, un rotundo fracaso debido a la crisis del Sáhara, un conflicto que lleva vivo desde hace 43 años.
Marruecos gasta cada día 4 millones de euros en mantener las estructuras militares, policiales y militares del Sáhara, con el fin de marroquinizar el territorio y reprimir las revueltas de los partidarios del Frente Polisario que abogan por un referéndum independentista.
Naciones Unidas dispone de una base operativa en El Aaiún, con 220 efectivos cuya única tarea pasa por desplegar la diplomacia y desactivar minas en el desierto.
La República Árabe Saharaui calcula que Marruecos ha dispersado 7,5 millones de minas antipersonas en el desierto. De hecho, los guías de viajes limitan las zonas de acceso a las dunas, salvo los lugares de pasto para camellos o las áreas restringidas a actos lúdico-turísticos.
El Ministerio de Interior marroquí teme que las declaraciones institucionales del Cabildo GC a favor del Polisario comprometan el futuro de la posición española frente al Sáhara.
El Cabildo respalda al Polisario en su campaña ante los tribunales para suprimir los vuelos a El Aaiún y Dajla. De momento, Binter, con 4 conexiones semanales, compite en la ruta del Aaiún con Royal Air Maroc, que ofrece 3 vuelos.
El Gobierno marroquí no ha reparado en gastos para proclamar la soberanía del Sáhara, como demostró este mes de marzo con la cumbre de Trans Montana, un evento que cuesta 10 millones de euros y en el que participó el ex presidente francés Nicolás Sarkozy, quien fue detenido a su llegada a París como presunto responsable de una posible financiación irregular de su partido con fondos procedentes de Libia cuando Muamar El Gadafi mandaba con mano de hierro.