Los retos inaplazables del turismo
"Es la primera vez que, a pesar de la incertidumbre abierta sobre la evolución de la economía europea y la repercusión en los precios de un conflicto externo, no perjudican a nuestro Archipiélago"
El frío no fue obstáculo para que la gran Feria Internacional del Turismo (Fitur), en Madrid, cierre sus puertas con unas magníficas perspectivas del sector, especialmente para Canarias. Sorprende que pese a la incertidumbre de la evolución de la economía en Europa -especialmente por las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania- la demanda turística no deje de crecer. Estamos en cifras similares a las que teníamos antes de la pandemia y el sector da empleo directo a más de 160.000 personas en nuestras Islas, 4.000 por encima de las que ofrecía entonces.
Los encierros, en unos casos obligatorios y en otros voluntarios, y las restricciones a la movilidad a los que obligó la pandemia, han actuado de olla a presión que, una vez superados, han desatado un deseo desenfrenado de viajar y hacer turismo.
Por otra parte, es posible que la salvaje agresión rusa a los ucranianos y el clima bélico que se está viviendo en la zona esté empujando a muchos ciudadanos a buscar el descanso vacacional en lugares alejados, seguros y con buen clima, que, en síntesis, es los que representa la oferta de Canarias. Quizá sea la primera vez que, a pesar de la incertidumbre abierta sobre la evolución de la economía europea y la repercusión en los precios de un conflicto externo, no perjudican a nuestro Archipiélago como destino turístico.
Las cifras de negocio y de empleo que genera el turismo para Canarias no dejan lugar a la duda. El turismo es el pilar en que se debe apoyar la diversificación de la economía de las Islas.
A la construcción, como segundo sector que más empleo genera en el Archipiélago, se le abren infinitas oportunidades en el campo de la renovación de la planta alojativa y de los espacios públicos que la rodea. Más oportunidades para el sector de la construcción, frenando el consumo de nuevos suelos. Para hacer viable esa ecuación, en necesario una apuesta decidida del Gobierno de Canarias, cabildos y ayuntamientos por el impulso de los planes de renovación turística. Hay mucho voluntarismo, pero escasa capacidad de gestión en un proceso de renovación del sector turístico que ofrece oportunidades de empleo y garantiza su competitividad frente a nuevas ofertas que irán apareciendo en nuestro entorno geográfico.
La vinculación de los productos que genera el sector primario canario con el turismo cada día debe ser más comprometida. El producto turístico que ofrecen las Islas debe de mejorar su calidad; la incorporación del consumo de productos de la tierra refuerza una marca diferenciada.
Las nuevas tecnologías, el ahorro energético, la racionalización del consumo de agua, el reciclaje y todas las actividades ligadas a la sostenibilidad, encuentran también un abanico de oportunidades en el proceso de renovación integral del sector turístico que necesitamos para seguir siendo lideres en el mismo.
La calidad que ofrecen nuestro cielo y nuestro mar son también campos de oportunidades para desarrollar actividades científicas vinculadas al conocimiento y al turismo, El Instituto de Astrofísica y la Plataforma Oceánica de Canarias son dos intensos faros que ya están iluminando ese camino.
Sin duda, la diversidad paisajística, la nitidez de nuestro cielo, la biodiversidad marina y nuestro envidiable clima son determinantes para que Canarias se haya convertido en uno de los destinos turísticos más importantes del mundo. Debemos aprovechar ese privilegio para renovar, innovar y modernizar el sector y convertirlo en el pilar en el que se apoyen las políticas de sostenibilidad y de diversificación de nuestra economía.
Paulino Rivero, presidente de Canarias 2007-2015.