Kinross releva al ejecutivo ruso que supervisaba el dossier del oro mauritano
A pocos meses de reiniciar la actividad minera en Tasiast, tras el incendio de junio de 2021, la compañía canadiense deja vacante la vicepresidencia de MDO Minera Holding Spain en plena ofensiva de sanciones comerciales de Occidente contra Rusia
Kinross releva al ejecutivo ruso que supervisaba el dossier del oro de Mauritania desde la oficina central en Las Palmas.
A pocos meses de reiniciar la actividad minera en Tasiast, tras el incendio de junio de 2021, tal y como adelantó este periódico, la compañía canadiense deja vacante la vicepresidencia de una sus filiales, MDO Minera Holding Spain, tras la salida de Mikhail Ugodnikov, quien pasa a la gerencia de Kupol en La Haya (Holanda).
La sustitución de Ugodnikov coincide con la ofensiva de sanciones comerciales de Occidente (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y la UE) contra Rusia.
Kinross es el quinto productor mundial de oro y, desde 2011, opera en Canarias como entidad sujeta a la exención de impuestos de la Zona Especial Canaria (ZEC) que abriga el REF isleño.
El ejecutivo ruso ocupaba la vicepresidencia de la sociedad encargada de la logística y los recursos humanos de Kinross África en Tasiast, la mayor mina de la república islámica.
Kinross se estableció hace una década con el propósito de dirigir desde las Islas las extracciones de oro en Mauritania y Ghana. Creó varias filiales (bema, Tvx y Macaines) que, con posterioridad, fueron absorbidas por MDO en 2016. Dos años más tarde, en 2018, la matriz, con sede en Toronto, sustituyó al presidente de Kinross África, Patrick Hickey, al destaparse una red de presunta corrupción a funcionarios y militares mauritanos en una primicia adelantada por el periódico francés Le Monde.
El caso obligó a intervenir al Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), el organismo supervisor de Estados Unidos ya que Kinross cotiza en Wall Street; desde el incendio del molino que dirige las operaciones mineras, los títulos se han dejado unos 2 dólares en el parqué neoyorkino (cotiza por encima de 6 dólares). El litigio se resolvió con el pago de una multa.
Desde entonces, y para prevenir futuras sanciones, Kinross acordó seguir de cerca los contenciosos que surgieran en Mauritania, un país acostumbrado a códigos éticos poco o nada ortodoxos.
MDO se encargaba de aplicar protocolos que evitaran conflictos de intereses en Mauritania, como dudas aduaneras, suministros de proveedores de coches, camellos, TV por cable o escoltas a condonaciones fiscales, tasas de abogados o licitaciones barrocas.
MDO cuenta con más capital social (unos 19 millones) que la propia Kinross África (el socio único), aunque en 2018 (el año del escándalo) ascendía a 32 millones de euros. La filial cuenta con un presidente, Ostwald Mauro Fampa, pero el peso ejecutivo recaía hasta ahora en el dirigente ruso, que pasa a ser relevado este verano de 2021.
Tanto Kinross África como MDO cuentan con la misma dirección social, en las proximidades del Parque de San Telmo, en el casco antiguo de la capital grancanaria.
Ugodnikov suplió a Francoise Leblank en la vicepresidencia de MDO en un deseo del grupo de minimizar dudas ante el riesgo de prácticas irregulares, de manera que los acuerdos internacionales entre Canadá y Rusia gozaran de la máxima confianza.

Kinross en la Rusia oriental, en las minas de Kupol. Véase el tamaño del camión que circula entre el hielo frente la Naturaleza. (Foto Kinross).
Kinross lleva 25 años operando en Rusia en dos minas subterráneas de alta calidad con unas 15.000 toneladas anuales de oro.
Debido a los conflictos en Ucrania o Crimea, desde 2014 están vigentes las sanciones económicas que la UE impuso aplicables a los intercambios con Rusia en determinados sectores económicos.
En marzo de 2015, los dirigentes de la UE decidieron vincular el régimen de sanciones en vigor a la plena aplicación de los Acuerdos de Minsk, prevista para finales de diciembre de 2015.
Las sanciones económicas se han venido prorrogando por periodos sucesivos de seis meses y fueron revisadas el 31 de julio de 2021.
Estas medidas restrictivas limitan el acceso a los mercados de capitales primario y secundario de la UE para determinados bancos y empresas rusas, e incluyen la prohibición de exportación e importación de armas, de productos de doble uso, bien para uso militar,o bien para usuarios finales en Rusia. También restringen el acceso de Rusia a determinadas tecnologías y servicios sensibles que pueden utilizarse para la prospección y la producción petrolíferas.
En el marco de la cooperación económica, Bruselas solicitó al Banco Europeo de Inversiones (BEI) que suspendiera la firma de nuevas operaciones de financiación en la Federación de Rusia, y los Estados miembros acordaron coordinar sus posiciones en el Consejo de Administración del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) con vistas a suspender también la financiación de nuevas operaciones.
En Estados Unidos, el presidente Joe Biden ha sido inflexible con Rusia.
En abril de 2021, el Departamento del Tesoro impidió que los bancos estadounidenses compraran bonos del tesoro del Gobierno ruso y bloqueó los préstamos de fondos al Banco Central de Rusia y otras instituciones.
Entre las medidas figuran sanciones contra 32 entidades e individuos por su papel en la interferencia del Ejecutivo de Moscú en campañas electorales de Estados unidos. También incluye a seis compañías tecnológicas rusas que dieron apoyo a las operaciones de espionaje e interferencia del Ejecutivo de Moscú en campañas electorales americanas.
En colaboración con la Unión Europea, Reino Unido, Australia y Canadá, Estados Unidos también sancionó a ocho individuos y entidades por su relación con la ocupación rusa en el 2014 de la península de Crimea.
Biden, que hizo un discurso para explicar estas medidas, aludió a utilizar “los canales diplomáticos, militares y de inteligencia” para responder al desafío de Vladimir Putin.
Canadá, por su parte, anunció en 2021 sanciones económicas contra Rusia “en respuesta a las violaciones flagrantes y sistemáticas de los derechos humanos en Rusia“, en concreto por el envenenamiento e imputación del líder opositor Alexéi Navalni.