Juliette Binoche, rostro del Premio Donostia 2022
La actriz gala, con más de 75 papeles en su carrera, gana el galardón de la 70 edición
Premio Donostia y en Zinemaldia suenan de nuevo los acordes de “La Vie en Rose” que nos llevan hasta Juliette Binoche en esta 70 edición, cuyo rostro ocupa además el cartel promocional del reputado Festival de Cine
Si el pasado año fue para Marion Cotillard, actriz también francesa, regresa de nuevo ahora a la patria gala, a las manos de una de las actrices más maravillosas que ha dado el cine europeo en las últimas tres décadas.
Para quienes nos enamoramos de ella desde su aparición en ‘Azul’, la primera entrega de la trilogía cinematográfica de Krzysztof Kieslowski, en honor a la bandera francesa y los valores que representa… Pero ya nos había inquietado en ‘Los amantes del Pont Neuf’…
Sencillamente, no nos sorprende. Y sólo cabría preguntarse, si acaso, cómo no ha sucedido antes. Juliette Binoche se alza este año con el merecidísmo ‘Premio Donostia’ con una dilatada carrera que empezó desde jovencita y que le ha dejado más de 75 papeles y una estatuilla dorada en Hollywood (El paciente inglés).
Pero no sólo ha sido el Óscar sino también el Goya, algún Bafta y una sinfín de reconocimientos a su compromiso con el cine, que la ha llevado también a interpretar papeles con directores noveles que debutaban, y sin cobrar. Sólo por amor al cine.
La ceremonia de entrega del galardón a la maravillosa intérprete francesa, en el ya emblemático Auditorio Kursaal, se acompañará de la proyección de la cinta ‘Fuego’. Ganadora de un ‘Oso de Oro’ a la mejor dirección en el Festival de Berlín de este año 2022, cuenta con la propia Juliette Binoche entre sus protagonistas.
La verdad es que el rostro de Binoche es más que enigmático para la cámara (pues entre otros, no puedes dejar de mirarla a ella). Así que no es de extrañar que la compañía encargada de elaborar los carteles, la donostiarra’ Dimensión’, apostara por un retrato de Juliette realizado por la fotógrafa Brigitte Lacombe.
Juliette Binoche mantiene la sencillez y esa intensidad de su mirada que cautivó no sólo a la cámara. También el mismo compromiso social en su trabajo cinematográfico, que la lleva a ser reivindicativa en sus apariciones públicas hasta el punto de derramar lágrimas… Como cuando el director iraní Abbas Kiarostami, con el que trabajó como protagonista, no pudo recoger su premio personalmente en Cannes.
Binoche lloró desconsoladamente por su ausencia, deplorando en sus declaraciones la tiranía del régimen político que se lo impedía. Francia es un país de cine, y de mucho más, socialmente… Así que no será de extrañar que haga alguna declaración en favor del pueblo ucraniano. Una vez más… ¡Enhorabuena, Donostia!