Joséphine Baker, por fin en el Panteón de París
Joséphine Baker, de la durísima infancia inmersa en el segregacionismo norteamericano a la gloria eterna del Panteón parisino. Baker se convierte así en la primera mujer negra en ocupar un lugar entre los grandes.
(No obstante, sólo hay 5 mujeres frente a 75 hombres).
Una mujer libre, una activista alegre y una artista excéntrica… Todo ello hizo de Joséphine Baker una figura única en la historia contemporánea. Primero bailó sobre un escenario como nunca antes una mujer lo había hecho.
Y luego, se lanzó a alzar la voz para decir la verdad: “Un día me di cuenta de que vivía en un país donde tenía miedo de ser negra”. Lo cierto es que si Joséphine Baker acabó en los escenarios de París, fue porque huyó para liberarse.
Ella vivió otro tipo de las llamadas ‘manadas’ en el Missouri de comienzos de 1900, realmente criminales con la población afroamericana del sur de los Estados Unidos.
Su particular estilo de ‘Music Hall’ la llevó de los escenarios de Broadway a los de París. Y allí supo jugar con todos los estereotipos físicos de la ‘mujer negra’, en una sociedad abierta y entregada a ‘los años locos’ del período de entreguerras.
Siempre sin olvidar, en realidad, su lucha contra la segregación racial, que la llevaba a cantar estrofas como la de “¿Tengo que ser blanca para complacerte más?”, en ‘If I was white’, rompiendo toda clase de códigos para la población ‘negra’.
En el fondo, cuando Joséphine Baker se ciñe a las caderas aquella famosa falda de bananas para escenificar uno de los bailes sensuales más famosos de la historia del arte en la Era Moderna, también se ríe del mundo y sus estereotipos.
Pero lo hace con tal alegría, estilo y excentricidad, que París y el mundo se rinden a sus pies, convirtiéndose en el primer icono ‘negro’ del Arte. Tras esa lucha implícita por los derechos civiles en su carrera artística, vino su etapa en la resistencia.
Ya era una diva cuando inicia esta otra inquietante y crucial etapa de su vida… Acaso haya algo más feminista que ser resistente después de haber sido activista y militante, convirtiéndola, definitivamente, en un personaje contemporáneo del siglo XX.