José Rivero ante la extradición de Assange: “Estamos ante algo tenebroso”
El penalista canario advierte de que la decisión del Gobierno de Londres va contra "las libertades y los valores fundamentales de la Declaración de Derechos Humanos"
El abogado canario José Manuel Rivero no ve motivos para la esperanza tras la resolución del Tribunal Supremo del Reino Unido sobre la extradición a Estados Unidos del activista Julian Assange, cuyas filtraciones sobre documentos clasificados en programas informáticos abiertos generó una de las mayores crisis de credibilidad y reputación en Occidente.
En declaraciones al influyente canal ruso RT Noticias, el letrado penalista señaló que “estamos ante un contexto muy preocupante y tenebroso para la humanidad“, puesto que ambos países Reino Unido y Estados Unidos), y también Australia, buscan “enmascarar el exterminio de Julian Assange, la libertad de prensa, las libertades y los valores fundamentales consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos“.
Estados Unidos acusa a Assange de 18 cargos, incluyendo el hackeo de las bases de datos del ejército estadounidense para adquirir información sensible secreta relacionada con las guerras en Afganistán e Irak que luego publicó en el sitio web de Wikileaks.
De ser condenado, Assange enfrentaría una pena de cárcel de 175 años, sostienen sus abogados.
Sin embargo, el Gobierno estadounidense ha dicho que la sentencia más probablemente sería de entre cuatro y seis años.
Los jueces británicos señalaron que la decisión de enero de 2021 se tomó por el riesgo de que Assange fuera arrestado bajo condiciones carcelarias demasiado restrictivas si era extraditado.
La editora en jefe de Wikileaks, Kristinn Hrafnsson, expresó en un comunicado su preocupación por el futuro de Assange. “La vida de Julian está una vez más bajo grave amenaza, al igual que el derecho de los periodistas a publicar material que los gobiernos y las corporaciones consideren inconvenientes“.
“Se trata del derecho de una prensa libre a publicar sin ser amenazada por una superpotencia intimidatoria“.
Amnistía Internacional describió el fallo como una “parodia de la justicia” y las garantías de Estados Unidos como “profundamente defectuosas”.