Identidad aborigen se abre paso más allá de un souvenir turístico
Identidad aborigen de Gran Canaria se abre paso gracias a una estrategia mediática basada en la discreción y en el consenso institucional. Por vez primera deja de ser un souvenir turístico.
El reconocimiento del Estado español al yacimiento de Risco Caído, en Gran Canaria, viene a reformular el planteamiento que los partidos políticos han imprimido al patrimonio guanche.
Uno de los primeros dirigentes que se atrevió a proclamar el valor de los enclaves aborígenes fue el profesor Celso Martín de Guzmán, del PSOE, como director general de Patrimonio Histórico.
Ocurrió en los 90, pero su pérdida dejó huérfanos los proyectos que trataba de liderar el Gobierno regional.
El entonces viceconsejero de Cultura, Juan Manuel García Ramos, hoy diputado de CC-PNC, es uno de los autores de la ponencia ideológica para el congreso nacionalista de final de mes.
En esa ponencia, junto a José Miguel Ruano y Narvay Quintero, Ramos plantea una transición al concepto de “país“.
PSOE, PP y Nueva Canarias, en los últimos mandatos del CabildoGC, redujeron el tono reivindicativo del legado prehispánico.
El penúltimo consejero de Cultura, Larry Álvarez, lo rescató del olvido a través de Cueva Pintada de Gáldar. Sin embargo, Álvarez trató de envolverlo en un armazón de souvenir turístico antes que rentabilizarlo como herramienta de acción política.
Ahora, es otro consejero, Carlos Ruiz, del Bloque Nacionalista Rural, de Gáldar, el que define una estrategia diferente.
Ruiz es natural de LPGC. Brillante jugador de ajedrez, el titular de Cultura es persona de pocas palabras pero de paso firme.
En una comisión sobre el conflicto del Veril, mostró su lado más autónomo. En respuesta al consejero del PP, Carlos Ester, dijo: “Yo no soy un mandado del presidente ni de nadie“.
Es, precisamente, esa coalición del Bloque Rural con NC es la que lleva a Ruiz a garantizar su margen de maniobra sin socavar la lealtad a Antonio Morales.
Ahora, Ruiz consigue la cuadratura del círculo tras año y medio de intensas gestiones para que Risco Caído, una zona alejada y desconocida para la mayoría de los grancanarios, inicie un reconocimiento mundial.

Consejo Nacional de Patrimonio Histórico celebró su 80 reunión en Gran Canaria, y visitó Tejeda y Risco Caído. (Foto Cabildo de Gran Canaria).
Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria son un conjunto místico de los aborígenes, desde donde se marcaban los equinoccios y los solsticios.
Acaban de ser designadas como la candidatura española a Patrimonio Mundial de la Unesco en la octogésima reunión del Consejo nacional de Patrimonio Histórico, para marcar los equinoccios y los solsticios.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, y el director general de Cultura del Gobierno canario, Miguel Ángel Clavijo, mostraron su enorme satisfacción al conocer la noticia de esta esperada designación, que deberá ratificarse con la visita de los inspectores de la Unesco y la gran final de 2019.
Integrado por 60 representantes del Ministerio de Cultura, las unidades de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil y la Policía Nacional y de las autonomías españolas, el encuentro fue inaugurado por el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, quien ya avanzó las grandes posibilidades de Gran Canaria y el magnífico trabajo técnico que respalda la propuesta.
Cómo los aborígenes, una población aislada del mundo, pudo alcanzar los conocimientos astronómicos que le permitieron controlar la luz del sol y la luna para introducirla en una cueva y convertirla en marcador de estaciones, “es uno de los grandes misterios de este extraordinario almogarén que sigue desvelando secretos a los investigadores insulares, nacionales e internacionales que lo han estudiado”, informa el Cabildo en una nota pública.
En marzo la luz del alba entra en su interior y fecunda la tierra, representada por triángulos púbicos, y recorre la pared para formar una secuencia en su recorrido hasta el ocaso. Y así cada día hasta octubre, momento en el que deja de entrar los rayos de sol y entra la luz de la luna.
Los expertos han concluido que este templo no tiene igual en las 100.000 islas del planeta y, además, es el lugar del mundo con mayor concentración de triángulos púbicos rupestres del globo, herencia de la sociedad matriarcal de los aborígenes canarios.