Gasolinas en Canarias son las más caras de Europa desde hace 5 años
Desde febrero de 2017, los combustibles subieron una media de 22 euros (sin impuestos) por cada 100 litros. El incremento coincide en el tiempo con el conflicto del gas-ciudad que Disa ganó al Gobierno de Coalición Canaria
Gasolinas en Canarias son las más caras de Europa (antes de impuestos) desde febrero de 2017.
La tendencia al alza se rompió hace 5 años sin que las tres consejerías implicadas en la regulación de los precios (Transición Ecológica, Economía y Hacienda) sepan los motivos, según las fuentes institucionales consultadas por este periódico.
Las tarifas en la distribución minorista de combustibles ondulan, a priori, en un mercado libre, pero la concentración de operadores fue denunciada en 2014, sin éxito, por la Cámara de Comercio de Gran Canaria, que renunció con posterioridad a elevar un recurso ante la Comisión Europea.
En febrero de 2017, la gasolina colocada en Canarias costaba en torno a 70 euros por cada 100 litros, según la referencia oficial difundida en 2022 por la Dirección General de Energía del Gobierno regional.

Gasolina de 95 octanos en Canarias (línea azul discontinua), en su serie histórica. Fuente: Gobierno autonómico.
Cinco años después, el precio se disparado hasta los 92 euros, tal y como informó este periódico. Si se suman los casi 30 euros de impuestos, el coste total para el consumidor se sitúa en 122.
Antes de febrero de 2017, la gasolina se situaba por debajo de la Península, la Unión Europea y la Eurozona. Sin embargo, a partir de ese momento experimenta un auge en su valor pese a que la barra de medir es igual para todos los territorios, al tomarse como referencia el barril de Brent y la cotización del dólar.
En una comparecencia parlamentaria en 2018, el ex consejero nacionalista de Economía, Pedro Ortega (CC), explicó que los operadores privados imputaban al precio del combustibles los costes de traslado y logística.
El flete y transporte de mercancía cuenta, sin embargo, con ayudas públicas recogidas en el Régimen Económico y Fiscal (REF) con el fin de incentivar el encarecimiento de la lejanía e insularidad.
Cuando Pedro Ortega acudió a la Cámara, a petición de su partido, los precios de la gasolina ya habían subido por vez primera en la serie histórica, en 2017, el mismo año en que el Gobierno de Fernando Clavijo adjudicó a la multinacional Redexis el concurso de gas-ciudad en 8 municipios canarios.
Redexis es una compañía propiedad del grupo chino CK Infraestructure (50,1%) y de los fondos europeos USS-ATP (49,9%).
En mayo 2018, los precios de las gasolinas ya rozaban los 75 euros por cada 100 litros antes de impuestos, tal y como se observa en las tablas de la Dirección General de Energía. Para entonces, el grupo Disa, principal distribuidor de hidrocarburos en Canarias, había recurrido el concurso de gas-ciudad. Un año más tarde, Coalición Canaria perdía las elecciones y el Gobierno autonómico pasaba a manos del PSOE al sellar un pacto con NC, ASG y Podemos.
Disa no solo ganó el caso en el Tribunal Superior de Justicia sino que en 2020, logró el refrendo en el Tribunal Supremo. En mayo del 20, el precio de la gasolina superaba los 80 euros.
Redexis abandonó el proyecto canario y en 2021 relevó al canario Fernando Bergasa como director ejecutivo.
En 2009, el profesor de Economía Aplicada la Universidad de Las Palmas, Juan Luis Jiménez, alertó sobre el riesgo de colusión en el negocio de combustibles en las Islas. En 2021, el Parlamento aceptó escuchar por vez primera las investigaciones de Jiménez. Desde entonces, la carestía de la gasolina es un hecho notorio.