Elecciones muy calientes en Cataluña
El alud institucional que provocó el ingreso en prisión, dio lugar a posiciones encontradas frente al Ejecutivo de Rajoy
Elecciones muy calientes en Cataluña el próximo 21 de diciembre a cuenta del encarcelamiento de casi todo el Consejo de Gobierno que gestionó, hasta hace nada, los recursos de una región copa el 20% del PIB español.
El impacto de la Audiencia Nacional contra Oriol Junqueras y 8 consejeros del Ejecutivo podría ampliarse, en los próximos días, contra Carles Puigdemont y el resto de políticos exiliados en Bélgica, además de otros partidos como la CUP que también podrían incurrir en imputaciones similares, como la sedición y la rebelión.
El alud institucional que provocó el ingreso en prisión, dio lugar a posiciones encontradas frente al Ejecutivo de Rajoy, como la destitución del fiscal general del Estado que exige el PNV, el editorial conjunto de 24 periódicos de Cataluña contra la decisión judicial, la manifestación prevista para el próximo día 12 por el independentismo , la acusación de Ada Colau al afirmar que se “actúa con venganza”, la posición “triste” del Barcelona y, sobre todo, la de Puigdemont: “Como presidente legítimo exijo la libertad de los encarcelados“.
Desde Madrid, los líderes del PSOE, Pedro Sánchez, y de Ciudadanos, Albert Rivera, no han abierto la boca y en el Gobierno del PP se respeta la decisión judicial. Pablo Iglesias sí habló de “presos políticos“, mientras que el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, optó también por la discreción en su cuenta de Twitter después de que los 2 senadores de su partido votaran a favor de la intervención a cambio de que Asier Antona apoyara los presupuestos de 2018.
La pregunta sobre qué ocurrirá el 21 de diciembre si el independentismo revalida la victoria, puede posponerse hasta el inicio de la campaña electoral, pero Cataluña ha entrado en un horno de alta temperatura con un horizonte turbio para el crecimiento de la economía y, sobre todo, para la serenidad y convivencia de la sociedad española.
La tensión se palpa en el silencio de los principales dirigentes políticos y en el carrusel de reacciones planteadas desde todos los foros civiles. España afronta un episodio complejo de su historia democrática y, ojalá, se resuelva cuanto antes en beneficio del interés general, pero esa misma Historia nos enseña que medidas excepcionales como el artículo 155 de la Constitución, que lleva a prisión a un gobierno entero salido de las urnas (una vez destituido), pasa factura a todos, sin vencedores ni vencidos.