Consumo o recortes
"Hoy en día, la Unión Europea se encuentra inmersa en “La madre de todas las crisis”, la mayor de las conocidas hasta hoy. Jamás habíamos pasado por un trance parecido porque esta vez la inestabilidad nos amenaza en todos los órdenes"
Desde los años 70 la palabra crisis se ha convertido recurrente ya que nunca nos abandona. La hemos sufrido década tras década hasta hoy en día, en realidad estamos permanentemente en crisis y, entre crisis y crisis, vivimos unos cortos periodos de bonanza que nos permitieron en su momento disfrutar del estado de bien estar o el crecimiento inmobiliario y económico. Según nos dijeron, durante esos periodos nos culparon advirtiendo de que vivíamos por encima de nuestras posibilidades pero cuando se produce el crack económico solo las entidades bancarias fueron rescatadas con un dinero público que se suponía sería devuelto a las arcas del Estado según nos dijo Mariano Rajoy, presidente del Gobierno en aquel momento. Pero ya sabemos que Donde dije digo, dije Diego. El motivo de este “préstamo” era el fomento de los créditos para activar nuevamente la economía, pero esto no llegó a producirce. Las entidades bancarias regularizaron sus pérdidas, cerraron sucursales y liquidaron a sus altos directivos con indemnizaciones millonarias y si te ví, no me acuerdo, vergonzoso.
Hoy en día, la Unión Europea se encuentra inmersa en “La madre de todas las crisis”, la mayor de las conocidas hasta hoy. Jamás habíamos pasado por un trance parecido porque esta vez la inestabilidad nos amenaza en todos los órdenes de nuestra sociedad, es decir, en el sector económico, sanitario, energético, bélico y hasta climatológico. El sistema actual está en duda porque la recesión económica se encuentra a la vuelta de la esquina, eso significa que la producción de bienes y servicios de un país se contrae lo cual tiene un impacto negativo en la creación de empleo y en la capacidad económica de sus ciudadanos. La inflación de encuentra en máximos históricos en todos los países miembros de la Comunidad Europea y “El debate” está en qué medidas se deben adoptar para salir de este callejón sin salida.
El desequilibrio existente entre la producción y la demanda es la causa del aumento continuado de los precios y por lo tanto de la inflación. España tiene una inflación por encima del 10% a la hora de escribir este artículo y está a la cabeza de los países europeo. ¿Será capaz el Gobierno de detener esta linea de tendencia alcista? Difícil lo veo porque hay una serie de factores ajenos a nuestra capacidad como nación. No tenemos petróleo ni tenemos gas que son los elementos que establecen el nivel de poder económico de un país en la actualidad. Inexplicablemente, Europa y Alemania, especialmente, se ha puesto en mano de los rusos y esa dependencia energética nos está asfixiando.
La dependencia energética europea es un hecho evidente y desde Bruselas se estudian nuevas fórmulas para escapar de este atolladero, buscando una nueva formulación de los precios del gas, poniendo topes económicos o la alternativa de adquirir este preciado bien en otros países, diversificando el número de proveedores además de estudiar la creación de un nuevo gaseoducto para traer gas de países africanos como Argelia.
El Gobierno siempre, demasiado optimista, ha tomado diferentes medidas como la subida del salario mínimo interprofesional, la regularización de las pensiones vinculándolas al IPC anual o la creación de una nueva reforma laboral pactada con empresarios (CEOE) y sindicatos, ademas de imponer impuestos especiales a la banca y las energéticas. Con estas medidas pretende fomentar el consumo y reactivar la economía.
Por otro lado la oposición liberal (PP), siempre pesimista, y la CEOE con Antonio Garamendi al frente proponen todo lo contrario, la congelación salarial, la reducción de impuestos para aflojar la presión a la que dicen está sometido el sector empresarial. La disyuntiva está en o recortamos gastos y servicios o fomentamos el consumo. ¿Qué fue primero el huevo o la gallina? ¿Es posible la convivencia de estos dos conceptos a la vez? Si alguien conoce la respuesta que se retrate. Lo que está claro es que si los españoles no tienen dinero en el bolsillo no pueden consumir.
Fernando I. Ortega es periodista.