Carolina Darias continúa en Sanidad para alivio de Ángel Víctor Torres
La ministra de Sanidad revalida la confianza de Moncloa pese a la complejidad del coronavirus, la campaña de vacunación y el impacto sobre la crisis turística
Carolina Darias continúa en Sanidad para alivio de Ángel Víctor Torres.
La ministra de Sanidad revalida la confianza de Moncloa pese a la complejidad del coronavirus, la campaña de vacunación y el impacto sobre la crisis turística.
Torre hizo valer su condición de presidente autonómico ante Pedro Sánchez para que Canarias mantuviera uno de los cargos de máxima trascendencia pública en el Consejo de Ministros.
PPedro Sánchez ha revolucionado el Gobierno en un intento por frenar de golpe el enorme desgaste al que le están sometiendo la pandemia, la recesión económica y su relación tormentosa con el separatismo catalán.
Sánchez ha cambiado hasta nueve ministros, decantándose por perfiles políticos más discretos sin la trayectoria de Ábalos o Calvo, destituidos de forma fulminante.
De hecho, entre las ministras, Carolina Darias es, posiblemente, la que más experiencia institucional acumula, tras su paso por la Delegación del Gobierno o la presidencia del Parlamento de Canarias, además de concejala en LPGC y consejera en el Cabildo GC.
Además de la continuidad de Darias (que llegó a estar en el alero en las quinielas de junio y julio), el principal nombramiento de Sánchez es el de Nadia Calviño como vicepresidenta primera del Gobierno.
El reforzamiento de la ministra de Economía escenifica lo que es ahora la prioridad de Sánchez: ganar credibilidad ante Bruselas para que los fondos, que tienen que engrasar la recuperación y con ello revitalizar su futuro político, fluyan sin problemas.
Calviño es, además, la ministra del Ejecutivo con mejor imagen dentro de este Gobierno entre el mundo empresarial y los inversores, y la que en mayor medida enarbola la bandera de la ortodoxia. A la hora de la verdad, el presidente puede haber llegado a la conclusión de que la propaganda y la puesta en escena son poco convincentes ante el deterioro económico de millones de votantes.
La ascensión de Calviño supone además un freno implícito a las aspiraciones de Podemos de ir imponiendo su hoja de ruta económica dentro del Gobierno. La nueva vicepresidenta primera tuvo que parar las intenciones de Yolanda Díaz de impulsar una nueva subida del salario mínimo.