Candela a los ‘Goya’
‘La boda de Rosa’, de Icíar Bollaín, es la película imprescindible, más aún, necesaria de esta pandemia. Para todos y por encima de cualquier género
Candela Peña es, sin duda, nuestra favorita para esta atípica edición de los premios Goya del cine español, porque Candela bien vale una boda. Aunque sea con uno mismo. Y en pijama si hace falta… (¡Arriba 2021!).
‘La boda de Rosa’ es la película imprescindible, más aún, necesaria de esta pandemia. Para todos y por encima de cualquier género. Empuje y afirmación de lo más íntimo de la persona, de la superación y la esperanza en el ser humano.
De los sueños, siempre tan necesarios…
El respeto y el amor por encima de todo y de todos, pero además, la creencia en uno mismo como horizonte de espacios infinitos. De nuevo, Icíar Bollaín descarna los sentimientos, uno a uno.
Pero lo hace siempre con la dulzura de quien acaricia el corazón como si de las cuerdas de un instrumento se tratara. Y sin embargo, sin dejar nada atrás.
Extrayendo toda la savia del ser al arrope del propio personaje, como mismo hiciera en ‘El olivo’. Sabiendo que justo esa última gota, que Icíar jamás perdona, es la que proyecta sombra. Siempre.
Es la sombra de Rosa. Una Rosa anónima pero insustituible para todos, interpretada por Candela Peña, que se crece ante tus ojos fotograma a fotograma, hasta ser explosiva y heroína. (Sólo quieres tenerla a ella en pantalla para ver qué es lo siguiente que va a hacer o decir).
Icíar Bollaín y Candela Peña, en un momento del rodaje de ‘La boda de Rosa’.
El personaje de Rosa es un tesoro lleno de emociones y Bollaín obtiene la mejor versión de Candela Peña. Está soberbia y huele a Goya. Porque Peña es como ese aroma de canela que lo inunda todo con su toque.
(Incluso cuando suena la canción de Rozalén en los títulos de crédito finales, no puedes borrar de tu mente la imagen de Candela Peña vestida de rojo al sol, ante el mar, casándose…).
Y nos atrevemos a desear y soñar, a esperar que Goya las pinte como la mejor actriz, película y dirección. Por lo menos, pues de una boda, nunca se sabe cuánto sale…
Icíar Bollaín y Candela Peña son esencia de mujer y puro #8M sin necesidad de ninguna otra reunión. Nos basta y nos sobra como reivindicación y manifiesto, pues es una película con alma.
Candela Peña es además Candela Montes para todos los canarios, ya para los restos. Pero ése es otro palo u otro hierro, mejor dicho, que toca otro día… En El Hierro. Porque tiene candela, ‘la Peña’, y mucha.
