Cae el jefe del Estado Islámico en El Sahel africano
Macron confirmó uno de los mayores éxitos de las tropas francesas en las misiones de Mali, en las que participa España. Adnan Abou Walid al Sahraoui es uno de los terroristas más buscados
Fuerzas francesas capturaron y mataron al jefe del grupo Estado Islámico en el Gran Sáhara del Sahel, en el África Atlántica, informa el presidente galo, Enmanuel Macron, en un despacho recogido pasada la medianoche por la agencia France Press.
Francia y España se han convertido en las 2 naciones europeas con mayor volumen de contingentes de tropas en países como Mali o Burkina Fasso, con el fin de frenar el avance del terrorismo radical y el crimen organizado.
La neutralización del jefe de Al Qaeda del Estado Islámico representa, posiblemente, el mayor hito en la lucha frente al terrorismo global. Aunque El Elíseo no ha precisado al apresamiento de la cúpula terrorista, los primeros indicios apuntan que tuvo lugar en Mali.
El Sahel Atlántico abarca la zona más peligrosa del planeta, con más de 600 ataques terroristas en el primer semestre del año, que han dejado un rastro de miles de muertos y heridos entre población civil indefensa.
Algunos de los países del Sahel occidental, como Níger, Mali o Burkina Fasso figuran entre los más pobres del mundo.
El presidente francés en persona colgó un tuit para reconocer el mérito de las tropas en El Gran Sáhara al dar con Adnan Abou Walid al Sahraoui.
Adnan Abou Walid al Sahraoui, chef du groupe terroriste État islamique au Grand Sahara a été neutralisé par les forces françaises. Il s’agit d’un nouveau succès majeur dans le combat que nous menons contre les groupes terroristes au Sahel.
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) September 15, 2021
En referencia al Sahel, el principal factor es la proliferación de grupos terroristas y yihadistas que aprovechan las zonas carentes de control estatal para imponer sus agendas de extremismo radical, ha sido denunciado en ocasiones por el Observatorio Internacional de Estudios de Terrorismo. “Todo esto se traduce en una crisis humanitaria para África, que desde el punto de vista eurocentrista se deriva en una crisis migratoria”.
Entre el 1 de enero y el 15 de mayo de 2021, el Departamento de Seguridad Nacional de España registró un incremento del 42,2% de la migración vía marítima y vía terrestre de población subsahariana. Esto quiere decir que la crisis humanitaria tiene una afectación clara en los flujos migratorios que afecta a poblaciones o territorios como Canarias.
España empezó a conceder atención al Sahel hacia 2005, cuando se hizo evidente que parte del flujo de migrantes con dirección a territorio español a través de las Islas Canarias seguía rutas desde Mauritania y Senegal, organizadas por las mafias que trafican con personas.
La llegada masiva de ciudadanos de esos países y también de Mali, Níger o Burkina Faso propició la creación de acuerdos bilaterales entre España y la UE de un lado, y los Estados desde los que salían las embarcaciones, por otro, con el fin de controlar el flujo migratorio hacia suelo español.
Desde entonces el Sahel ocupa un lugar prominente en la agenda de la política exterior de España, una dinámica que se mantiene en la actualidad.
El factor de la inseguridad en la región es casi permanente, el producto combinado de la escasez de alimentos, la pobreza extrema y la actividad de bandas criminales de grupos armados.
En cuanto a estas bandas armadas, cuya intención también es extender su actividad a países de la costa occidental, unas orbitan alrededor de Al Qaeda (como Jama’at Nasr Al-Islam Wal Muslimim ‒JNIM‒) y otras son afines al Estado Islámico (como el ISGS ‒Estado Islámico del Gran Sahara‒ y el ISWAP ‒Estado Islámico de África Occidental‒).
Históricamente, el territorio ha sido escenario de conflictos, pues es zona de tránsito para las poblaciones autóctonas y alberga las rutas entre el norte y el sur, y el este y el oeste, tanto para los intercambios comerciales como para la movilidad social de las poblaciones, sometidas a rígidas jerarquías tribales.
“La irrupción de Al Qaeda por el norte de Mali y la creación de JNIM, también la aparición del Estado Islámico en el Gran Sahara y África Occidental, y sin olvidar a Boko Haram en la zona del lago Chad. JNIM y Daesh pugnan ahora mismo por el territorio, en la zona de Liptako-Gurma, la zona que más atentados registra, y que tiene tres fronteras”.