Biden, Putin y las cárceles de la CIA
Bruselas se queda expectante a la espera de conocer los detalles del encuentro, de 4 horas de duración, entre los mandatarios Vladimir Putin (Rusia) y Joe Biden (Estados Unidos).
Biden se negó a comparecer en rueda de prensa conjunta, aunque mostró un tono productivo con su homólogo Putin. “Es mejor que un guerra fría”, reiteró el presidente de EEUU.
El dirigente americano, no obstante, recordó que los derechos humanos “seguirán encima de la mesa“, a lo que Putin respondió que “Guantánamo sigue abierta” y denunció, además, que “la CIA mantiene cárceles secretas en Europa“. “¿Qué derechos humanos?“.
En 2018, Rumanía y Lituania fueron condenadas por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) por ser “cómplices“, en 2004 y 2005, del programa de cárceles secretas de la CIA y permitir que los detenidos sufrieran “tratos inhumanos” y fueran vulnerados sus derechos humanos.
En 2005, el diario The Washington Post desveló que la CIA abrió centros carcelarios en un sistema encubierto de prisiones creado después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, a cargo de Al Qaeda.
La legislación estadounidense prohibía el establecimiento de prisiones secretas en el país, de modo que los agentes de la CIA buscaron otros países para instalarlas.
El rotativo no desveló los países de Europa oriental que acogen cárceles de la CIA argumentando que motivos antiterroristas o que esos Estados se expusieran en riesgo. Después de 13 años se puso el foco en Rumanía y Lituania y ahora Putin, en 2021, vuelve a dirigir sus críticas hacia decisiones contrarias a los derechos humanos.