Banco de España prevé más subidas de precios en los alimentos
La inflación general se moderará a tasas inferiores al 4%, pero la cesta de la compra continuará con irritaciones en hogares y economías domésticas
El Banco de España alerta de que los precios de los alimentos sigue acelerándose.
Según el informe de coyuntura disponible en la web corporativa, el instituto emisor recuerda que los alimentos constituyen una porción especialmente elevada de la cesta de consumo de los hogares de menor renta, de manera que el encarecimiento continuaría durante todo el año 2023. “La moderación de la inflación subyacente ha sido, por el momento, muy modesta. Esta resistencia a la baja de la inflación en los bienes industriales no energéticos y en los servicios refleja, probablemente, el hecho de que la transmisión de las alzas pasadas de los costes de la energía a los precios finales está sometida a ciertos desfases y, quizá, la posible existencia de asimetrías en la traslación de los descensos recientes de los costes energéticos en comparación con la de las alzas previas”.
Como consuelo, el Banco de España indica que la tasa de variación de los precios de consumo se ha moderado significativamente en España desde sus máximos del pasado verano, pero ello se ha debido casi exclusivamente al componente energético.
La mejora de los precios de la energía, por ejemplo, ha sido mayor que en otras economías europeas debido a las peculiaridades del mecanismo de fijación de precios de la electricidad en España, que ha supuesto tasas interanuales negativas.
En las proyecciones, el informe contempla una disminución gradual de las elevadas presiones inflacionistas actuales. En promedio anual, la tasa de inflación general se reducirá desde el 8,3% registrado en 2022 hasta el 3,7% en 2023, fundamentalmente como consecuencia de efectos base negativos en el componente energético y del abaratamiento esperado de las materias primas energéticas en los próximos meses —de acuerdo con las cotizaciones actuales en los mercados de futuros—.
En 2024, sin embargo, la reducción en la tasa de inflación general será mucho más modesta, hasta el 3,6% —antes de descender nuevamente en el último año del horizonte de proyección hasta el 1,8%—, debido, en gran medida, a la aceleración energética una vez que expiren las principales medidas desplegadas por las autoridades para mitigar los efectos de la crisis energética.
Por su parte, la reducción de la tasa de inflación subyacente a lo largo del período de proyección se prevé más lenta que la de la inflación general. De hecho, esta tasa se elevará hasta el 3,9% en 2023 —desde el 3,8% observado en 2022—, antes de descender hasta el 2,2% en 2024 y el 1,8% en 2025.