Arguineguín, el ‘photocall’ político de la miseria
Arguineguín, en Mogán, se ha convertido en el ‘photocall‘ político de la miseria, a cuenta del desfile de dirigentes que asocian el drama de la inmigración a un producto audiovisual que pasa al olvido en minutos.
El muelle moganero ha soportado una presión sin precedentes que deriva en fractura económica y social cuyas consecuencias se evaluarán más adelante.
La alcaldesa, Onalia Bueno (Ciuca), denunció en octubre de 2020 la presunta vulneración de derechos humanos. La causa la instruye el Juzgado número 2 de San Bartolomé de Tirajana como prueba de que el Estado de Derecho funciona, tal y como se observó en la inspección ocular de los funcionarios judiciales al ‘campamento de la vergüenza‘, el viernes 20 de noviembre.
Posiblemente, esa denuncia (unida a otros procedimientos como los de Human Rights) es el acto más honesto de la tragedia migratoria que pese sobre Arguineguín, porque de su resultado dependerá la gestión futura de las administraciones.
Este sábado, el photocall del día fue para Pablo Casado, el líder del PP, que siguió la estela de PSOE, CC, NC o Vox.
La visita, desde el punto de vista prático, carece de rigor y suena a guineo para que conste en acta que el PP es sensible a los problemas humanitarios frente al gobierno de Pedro Sánchez. Es decir, la migración como uso y disfrute del pugilato político.
Casado podría repetir la visita a Irún, donde decenas de migrantes que pasaron por Arguineguín se hacinan delante de la sede de Cruz Roja para pasar la frontera francesa. París ha dicho que no, que sin papeles nada.
Además, por el bien de Canarias, el viernes sí hubo un acto de fortaleza política y diplomática con la acción conjunta de 5 ministerios, donde la agenda tenía a Fernando Grande-Marlaska como el gran protagonista de la jornada.
Su mensaje, desde Rabat, anunciando el freno a las derivaciones a la Península, simula un torpedo a la línea de flotación de las mafias, el crimen organizado y el yihadismo del Sabel, el origen de todo el fenómeno.
Marlaska jugó en la liga que le corresponde, y Casado, como dirigente de Estado, sabe que ese es el camino, no el de una pasarela que nada aporta al interés general de una sociedad, como la canaria, sometida a una crisis financiera, laboral y sanitaria como jamás ha conocido.
Y, ojo, porque Marruecos celebra elecciones generales a mediados de 2021 y las perspectivas y sondeos dan al partido Justicia y Desarrollo (PJD), de corte islamista moderado, un triunfo mayor que en 2016.