Algún día visitaré la Plaza Maidán en Kiev
"De Argentina a Ucrania, pasando por Barcelona, resuena una canción: “Ay, mamá… tomemos la ciudad”, porque coincidiendo con el Día de la Madre, Rigoberta Bandini presentó su videoclip del que es ya el himno de las mujeres, madres o no"
#ConBrilloEnLaMirada y un baile pendiente, aunque la música haya dejado de sonar. Un Día Internacional de la Danza, el 45 aniversario de las ‘Madres de la Plaza de Mayo’ y un domingo de fiesta consumista para todas ellas. También para las que no tienen plaza.
Hasta el Papa desde su balcón habló del Día de la Madre en el ‘ángelus’, pero en Ucrania es sólo una semana más de guerra. Y volvemos a hacerlo… Asistimos a la injusticia de todos aquellos dramas que no nos pillan cerca, les ponemos nombre y hasta conmemoramos sus aniversarios.
Las ‘Madres de la Plaza de Mayo’ siguen bailando solas, como un día les cantara Sting, y pese a que el tema alcanzara los números uno de todas las listas de ventas de temas musicales en el mundo.
Casi medio siglo después de una lucha sostenida en el tiempo, con un pañuelo blanco en la cabeza por toda señal de quiebro, y contra la que fuera la dictadura militar más sangrienta de Argentina. Sólo querían saber.
Aún quieren saber… Adónde se fueron, adónde se los llevaron o de quién son hijos ahora y bajo qué techo criaron a sus nietos. Miles de desaparecidos por los que estas madres empezaron a marchar.
“A circular”, siguiendo la orden de un policía que las vio paradas en la plaza, y estaba prohibido manifestarse. A danzar de manera fúnebre por la verdad y para pedir ayuda…
Al mundo, ése que sigue girando y que se acuerda, eso sí, de que ya cumplieron 45 años y de que, un día antes, era el de la danza. Pero es ése otro baile. Quizá no.
Ellas siguen caminando despacio, también hoy, el día de la madre, claro. También eran madres las primeras evacuadas hoy, al fin, de Mariúpol. Y sus hijos.
Porque no había huevos de Pascua escondidos en aquella fábrica de acero que nos mostraban las imágenes, pero si niños. Esperaban el sol, porque el día de la madre ya lo celebran cada amanecer desde hace nueve semanas. De Argentina a Ucrania, pasando por Barcelona, resuena una canción: “Ay, mamá… tomemos la ciudad”, porque coincidiendo con el Día de la Madre, Rigoberta Bandini presentó su videoclip del que es ya el himno de las mujeres, madres o no.
A veces, una patria es una canción y no hay mayor viaje que el de la vida misma. Me temo que, otro lunes al sol, seguiremos viendo a mujeres ucranianas con niños caminando despacio, marchando solas con la vida y la muerte a cuestas.
Dejan atrás la nada y el todo. Un viaje sin retorno que desborda cualquier memoria. Ojalá la Plaza Maidán de Kiev no acabe siendo la Plaza de Mayo de Buenos Aires, donde ellas danzan solas.
Algún día, lo sé, visitaré la Plaza Maidán, la Plaza de la Independencia en Kiev. Sonará entonces una canción, y quizá sea un tango en una mañana de sol. Slava Ucraini, Heroiam Slava!