Agadir negocia levantarle la flota pesquera rusa al Puerto de Las Palmas
Aziz Akhannouch, primer ministro y ex ministro de Agricultura y Pesca, firmó el acuerdo pesquero con Moscú hasta 2024 para barcos pelágicos. El Puerto marroquí cuenta con zona de reparaciones y 20 industrias
Agadir negocia levantarle la flota pesquera rusa al Puerto de Las Palmas.
Compuesta por 44 barcos, unos 3.000 marineros y un negocio anual de 90 millones de euros, el Gobierno de Marruecos ha movido ficha para consolidar su acuerdo de pesca con Rusia, que se remonta a 1992.
Las sanciones que la Unión Europea aplica a Rusia por la invasión de Ucrania, han provocado una reacción en cadena en las empresas locales de distribución, logística, reparación y abastecimiento, que no salen de su perplejidad ante el palo financiero que les espera.
La Autoridad Portuaria de Las Palmas, tal y como informó este periódico, evalúa cómo repeler (y compensar) las escalas de los buques rusos en el muelle de La Luz, cuya historia se remonta seis décadas atrás con la vigencia del Telón de Acero a través de la empresa Sovhispan.
Pero el veto a los pesqueros rusos en el Puerto de Las Palmas se ha convertido en una oportunidad de negocio para un competidor de peso de Canarias: Marruecos.
El Gobierno de Rabat ha entrado en escena con la expectativa depositada en Agadir, uno de los puertos pesqueros e industriales más importantes del país vecino.
De hecho, el destino electoral de septiembre de 2021 quiso que el primer ministro sea, en estos momentos, Aziz Akhannouch, ex ministro de Agricultura y Pesca y alcalde Agadir.
Aziz Akhannouch, nacido en el área territorial de Agadir, es uno de los hombres más ricos de África, con una fortuna cifrada en 2.000 millones de euros, según Forbes.
Su poder e influencia con Rusia está fuera de toda duda porque durante su etapa como ministro negoció la prolongación del acuerdo pesquero hasta 2024.
Akhannouch, además, es accionista del grupo financiero Akwa, un conglomerado marroquí con sede en Casablanca y un destacado operador en la industria del petróleo y el gas del Magreb.
Heredó su participación en Akwa de su padre, que fundó la empresa en 1932, y hoy sigue siendo un accionista importante. Akhannouch también cuenta con participaciones en Afriquia Gas y en Maghreb Oxygene, así como en el grupo Caractères Media y en un complejo turístico y de golf de lujo en la bahía de Taghazout, una costa en la que las empresas canarias Lopesan y Satocan llegaron a invertir en infraestraucturas alojativas.
Marruecos se ausentó de la votación de la asamblea general de Naciones Unidas que acordó, este miércoles por mayoría, condenar la invasión de Ucrania.
Si bien países limítrofes como Argelia (que se abstuvo) o Mauritania (rechazó la ofensiva de Rusia) mostraron su parecer, Marruecos optó por el silencio, una decisión que, en círculos diplomáticos, se interpreta como un puerta abierta hacia Rusia, el país más aislado del planeta.
Marruecos es, junto a Emiratos Árabes, el único estado islámico que mantiene relaciones comerciales con Israel, una circunstancia que le permite acceso directo a Washington. Por otro lado, en 2016 el rey Mohamed VI viajó al Kremlin para firmar con Vladimir Putin uno de los mayores acuerdos de cooperación con países árabes, incluyendo la compra de material militar y formación de sus efectivos, que alcanzan los 400.000 (España cuenta con 80.000 soldados).
Akhannouch prevé poner en práctica su agenda de contactos con Moscú para poner a disposición el puerto de Agadir a la flota rusa que faena en aguas del Sáhara, Mauritania y Gambia.
Agadir, que sufrió un terremoto devastador en los años setenta, disfruta junto a Marrakech de la mayor oferta turística y de ocio de Marruecos, sobre todo, con capital francés.
El puerto cuenta con 20 empresas industriales y área de reparaciones y sirve de base a toda a la flota pesquera del país. En la actualidad, el acuerdo con Rusia permite el acceso de 10 barcos pelágicos a 15 millas náuticas de la costa.
En la montaña árida que mira a la ciudad y al puerto, Marruecos pintó con caligrafía gigantesca el principio ideológico que mueve al país: ‘Dios, Patria, Rey‘.