Vivienda en Las Palmas GC dispara su precio un 21%, el más alto de España
La capital grancanaria calienta el metro cuadrado hasta los 2.000 euros, con aumentos superiores a Madrid, Málaga o San Sebastián. La primera línea de la playa de Las Canteras es una excepción: pisos entre 8.000 y 12.000 euros el metro
Vivienda en Las Palmas de Gran Canaria dispara su precio un 21%, el más alto de España, según el portal inmobiliario Idealista.
Si se excluye en el cómputo la zona más calientes de la capital, como es la playa Las Canteras, el metro cuadrado pasa a valer una media de 2.000 euros.
Al cierre de octubre de 2018, los pisos en Las Palmas superan en la subida a ciudades estrellas como Madrid, Palma, Sevilla, Málaga o San Sebastián.
Los criterios analizados por Idealista son varios, de manera que la primera línea de la playa está fuera de la aritmética, ya que el precio del metro de Las Canteras oscila entre 8.000 y 10.000 euros, una cifra previa a la crisis de 2007.
Para el resto del mercado residencia en Las Palmas GC, el precio de 2.000 euros no alcanza todavía el nivel del crash inmobiliario.
Solo Palma de Mallorca ha conseguido nivelarse al temperamento inmobiliario de la década anterior. La capital balear, no obstante, aumentó un 12%.
Madrid logró animar los precios de venta en un 19% mientras que Málaga se situó en el 18%.
Contrariamente al histórico habitual, Barcelona apenas despega un 1% debido a la inestabilidad institucional y al éxodo de empresas por la divergencia política.
El Istac (Instituto de Estadística, dependiente del Gobierno regional) evalúa que, de forma paulatina, el negocio de la vivienda se va recuperando.
El volumen de fincas hipotecadas sigue en progreso. La isla con mayor transacción es Tenerife, sobre todo, a lo largo de 2018.
Gran Canaria, en cambio, a pesar del calentamiento de los precios, se mantiene al ralentí, mientras que el resto de las islas sigue arrastrando la calma chicha de años precedentes.
La razón esgrimida para explicar el diferencial entre Tenerife y Gran Canaria responde a la impronta burocrática y el alivio administrativo que supone para inversores, clientes y entidades financieras.