Una dupla electoral con mucha química
Ambos políticos gozan de más parentesco de lo que imaginan
Hay situaciones tan evidentes que pueden transformarse en realidad. La química política entre Augusto Hidalgo y Luis Ibarra funcionó este miércoles, 22 de junio de 2022, como un catamarán.
Ibarra, con 57 años de edad, e Hidalgo, con 50, acreditaron una sintonía con tanta musicalidad que aburrirse era imposible.
Presentaron un ilusionante proyecto (zona arbolada de 50.000 metros en los muelles de Sanapú) operativo para 2024, una fecha un tanto larga que haría dudar a los más escépticos, como si de un ensayo de laboratorio se tratara. También es cierto que en el Puerto de La Luz, los procedimientos son arduos por el cúmulo de instituciones, pero en Sanapú hubo algo más que una rueda de prensa.
Hidalgo será el candidato del PSOE al Cabildo de Gran Canaria en mayo de 2023 (salvo que se adelanten las elecciones regionales tras el crash andaluz), mientras que Luis Ibarra se mantendrá, por ahora, al frente de la Autoridad Portuaria.
Sin embargo, ambos políticos gozan de más parentesco de lo que imaginan. En 2019, Ibarra igualó con 8 consejeros a Antonio Morales; se quedó a menos de 4.000 votos, y hubiera ganado de no irrumpir en la escena insular, como un torbellino, Teodoro Sosa, regidor de Gáldar y el alcalde con la mayoría absoluta más holgada de Canarias.
Hidalgo también concurrió en 2011 al Cabildo. Estuvo cuatro años en la oposición con mucho esfuerzo y sin apenas eco mediático. Ahora el guión ha cambiado, salvo por la marea conservadora del PP en Andalucía, Madrid y Castilla-León.
Valencia, Aragón y Canarias constituyen tres de los fortines socialistas a defender, y, a tenor de lo mostrado en el Puerto, la dupla de Ibarra e Hidalgo vale quilates.
Ferraz y Moncloa prefieren a Carolina Darias, ministra de Sanidad, como aspirante a la alcaldía de Las Palmas, pero a medida que pasan las semanas (y tras el desgaste del Gobierno central por la crisis económica y la debilidad de la izquierda), el aparato electoral de Canarias ha puesto sus ojos en Ibarra para el consistorio capitalino.
Uno y otro cuentan con espalda para enfrentarse en tierra batida a Nueva Canarias, que, al fin y al cabo, lidera las encuestas en Gran Canaria, pese a que la mitad del electorado reside en la ciudad.