Un tunecino acuchilla a una policía en una comisaría de París
Un tunecino acuchilla a una policía en una comisaría de París en un atentado yihadista que acabó con la vida de la agente, en la localidad de Rambouillet, a 15 kilómetros de la capital.
La justicia antiterrorista se ha hecho con la investigación del atentado donde un hombre, de origen tunecino, asestó varias puñaladas a la policía en la entrada de una comisaría antes de ser abatido a balazos.
Según los primeros testimonios, al agresor entró en la comisaría de Rambouillet, con el teléfono en la mano, de manera que pudo aprovecharse del ingreso de la víctima a la cámara de seguridad de doble puerta de la jefatura de policía, correr con ella y esperar a que se cerrara la puerta, bloqueando así el dispositivo de control electrónico de la entrada.
El terrorista portaba un cuchillo, y ante la mirada de los funcionarios instalados en la estación de recepción de la comisaría, al otro lado del vidrio de seguridad de la esclusa, apuñaló a sangre fría a la agente con un golpe en la garganta. Después de abrir con éxito la puerta de la esclusa de aire, uno de los policías presuntamente abrió fuego dos veces contra el agresor. El atacante, alcanzado por los dos disparos de la policía, murió poco después.
La policía, de 49 años de edad, era madre de 2 niños menores, llevaba más de 2 décadas en la comisaría y había salido unos minutos para renovar su estancia de aparcamiento.
El asesino, Jamel G, un ciudadano tunecino de 36 años, era desconocido para la policía y los servicios de inteligencia.