Tomateros dan un ultimátum al Gobierno por el Brexit
Miles de empleos (aparceros y empaquetadoras) quedan en el aire si los exportadores suprimen la compra de semillas ante la incertidumbre que supone la pérdida del mercado británico. Román Rodríguez mediará para que se incorpore a la agenda presidencial el pago de compensaciones
Tomateros dan un ultimátum al Gobierno de Canarias para consignar las ayudas del Brexit, cifradas en unos 5 millones de euros.
Miles de empleos (aparceros y empaquetadoras) quedan en el aire si los exportadores suprimen la compra de semillas ante la incertidumbre que supone la pérdida del mercado británico
Tomateros, encabezados por las patronales Fedex y Aceto, se reunieron de urgencia con el consejero de Hacienda, Román Rodríguez, este martes 3 de marzo de 2020.
Román Rodríguez (NC) confirmó a los empresarios que elevará la propuesta al presidente, Ángel Víctor Torres (PSOE), para que la incluya en la agenda de prioridades del Gobierno.
Al encuentro asistieron los 2 viceconsejeros de Hacienda, Fermín Delgado (NC), y de Agricultura, Álvaro de la Bárcena (PSOE).
José Juan Bonny (Fedex) y Francisco Echandi (Aceto) evaluaron con Hacienda los costes derivados del Brexit, que “son inviables sin garantías previas“, según fuentes empresariales.
Los tomateros reclaman al menos la consignación de al menos 5 millones de euros para garantizar la compra de semillas y la renovación de los contratos de campaña a miles de trabajadores, tanto el bloque de agricultores-aparceros como de empaquetadoras de mercancías.
Los exportadores hortofrutícolas (incluida la producción de pepinos) envían cada año al mercado británico alrededor de 70 millones de toneladas, que serían derivadas con mermas a Rotterdam (Holanda) si el Brexit se aplica de forma hostil con restricciones en las aduanas y la incorporación, en paralelo, de las exportaciones marroquíes.
Fedex y Aceto emplazaron al Gobierno a materializar las garantías financieras antes del 17 de abril de 2020, que es el plazo límite para cerrar las adquisiciones de semillas que den lugar a la nueva temporada.
La plantación de tomates y pepinos comienza en junio, la recogida se produce en septiembre y los primeros envíos de la zafra se producen en octubre. “Vamos muy ajustados de tiempo“.
Las empresas lamentan que están abocadas a expedientes de regulación temporal de empleo si el Gobierno no compensa los efectos derivados del Brexit, que podrían traducirse en anticipar las ayudas al transporte para que el cobro se materialice en julio y no en diciembre.
Román Rodríguez transmitió a los exportadores su confianza en la concesión de las ayudas, aunque admite “cierta complejidad” en su tramitación, porque habría que comunicarlo a la Comisión Europea.
Hacienda elevará el conflicto tomatero al máximo rango político e institucional del Gobierno (la agenda del presidente), con el fin de acelerar el proceso.
A la misma vez, Agricultura prevé dar a conocer en marzo de 2020 el informe de costes del negocio hortofrutícola que está ultimando un equipo contratado por la Consejería, según fuentes del entorno de Álvaro de la Bárcena.
Román Rodríguez, a su vez, recordó que la Consejería de Agricultura, organismo competente en la materia, tendrá el apoyo de su propio departamento para convencer al Gobierno de España de que presione a la Unión Europea de tal modo que el sector
pueda seguir percibiendo ayudas, ahora que el Reino Unido es ya un país tercero.
Hacienda cifra en algo más las cuantías del tomate hasta situarlas en 8 millones de euros con las ayudas al transporte.
Rodríguez recordó que las ayudas al transporte y a la comercialización fuera de Canarias “teóricamente decaen”, mientras que las de producción “no está claro”.
Ahora se trata de recomponer esas ayudas en otro paquete de idéntica cuantía, para lo que es preciso la correspondiente autorización de la Comisión, al tratarse de transacciones comerciales con un país ajeno a la UE, informa la Consejería en un comunicado.
En cualquier caso, el vicepresidente señaló que “todos somos conscientes de que este es un sector que está perdiendo peso específico desde hace quince años, fundamentalmente por la competencia de terceros países que exportan tomates la UE, la demora en el abono de las ayudas al transporte y la irrupción de diversas plagas desde el año 2000. Así las cosas, tenemos que hacer una reflexión sobre la necesidad de una reconversión en un sector, el primario, estratégico para cualquier pueblo”.