Tensión en el Magreb: Argelia mueve tropas hacia Marruecos
Argel, productor del gas que consume España y accionista de Naturgy, mueve ficha contra su eterno enemigo en medio del conflicto afgano, tras el protagonismo marroquí con el apoyo de EEUU e Israel en El Sáhara
Tensión en el Magreb. Argelia mueve tropas hacia la frontera con Marruecos después de que el Gobierno rompiera relaciones con Rabat. El desplazamiento de soldados se produce en las proximidades de la región marroquí de Figuig.
Los 2 países están sumidos, desde 1994, en una confrontación permanente como consecuencia del conflicto territorial del Sáhara Occidental, antigua provincia española que el régimen franquista abandonó a su suerte en 1975.
Argelia, que se ha convertido en uno de los grandes productores de petróleo y gas del Mediterráneo, desaprueba el reconocimiento internacional de Estados Unidos e Israel a la marroquinidad del Sáhara, confirmado a finales de 2020.
Pero coincidiendo con la reconciliación entre España y Marruecos tras el apoyo brindado por Pedro Sánchez a Estados Unidos para los refugiados de la crisis de Afganistán (con la cesión de las bases militares de Rota y Torrejón), Argel da un paso al frente haciendo un llamamiento de unidad a la sociedad argelina.
Las ramificaciones de un posible conflicto entre Marruecos y Argelia afectarían a todo el Sur de Europa y a territorios extrapeninsulares como Canarias, tanto por su cercanía como por la dependencia del centro de control aéreo de Casablanca, aunque las compañías dispondrían de rutas alternativas oceánicas.
Las reacciones en la comunidad árabe no se han hecho esperar. El ministro de Asuntos Exteriores emiratí, el jeque Seikh Abdullah Zayed, expresó la postura de Abu Dhabi a través de un comunicado en que lamentaba la ruptura frontal y trataba de limar asperezas entre Rabat y Argel.“EAU siempre ha trabajado para profundizar y fortalecer las relaciones árabes y, desde este punto de vista, deplora los acontecimientos en curso entre Argelia y Marruecos”. Los Emiratos Árabes Unidos mantienen fuertes intereses en ambos países, por lo que mantiene su posición neutral.
Argelia, por su parte, es dueña de Sonatrach, la gran petrolera y gasística del país con intereses directos en empresas como Naturgy (antes Gas Natural, donde posee el 4%). La mitad del gas que consume España procede de Argelia.

El punto rojo sería la zona que acusa el movimiento de tropas en la frontera argelina con Marruecos. (Foto Google).
Arabia Saudí, Kuwait, Bahréin y Libia también hicieron un llamamiento al diálogo. El nuevo Gobierno de Trípoli exigió moderación a sus vecinos y lamentó “profundamente” el completo distanciamiento político e institucional.
Marruecos acaba de limar asperezas con España en materia migratoria sobre Ceuta y ha aliviado las tensiones tras la destitución de la ministra hispana de Exteriores, Arantxa González Laya, que podría acabar investigada por la presunta entrada ilegal de Brahim Gali, líder del Polisario, en territorio español, en 2021.
Naciones Unidas también ha mediado en la disputa. El portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, pidió a ambos países “encontrar la manera de mejorar las relaciones, incluso en la búsqueda de la paz y la seguridad en la región”. Francia se ha limitado a una aséptica declaración. “Son dos países amigos y dos socios esenciales”.
Uno de los focos de la ruptura apunta a los “actos hostiles” cometidos por Marruecos a lo largo del año, como el respaldo de Rabat a las formaciones políticas Rachad y MAK, ambos catalogados por Argel como “organizaciones terroristas”. Una es de marcada tendencia islamista; otra defiende la causa independentista de Cabilia, el territorio de los hombres azules, los tuareg.
Además, la sospecha de que Marruecos participara en el programa de espionaje israelí Pegasus contra 6.000 objetivos de la administración argelina, en su mayoría políticos y militares, así como la carrera por erigirse en la potencia hegemónica de la región, ha obliga a Argelia a sofocar los problemas internos en torno a enemigo exógeno.
De hecho, el Gobierno argelino ha procesado a unos 20 altos mandos militares por presunta corrupción, lo que ha reabierto fisuras en una población que vive en precarias condiciones económicas a pesar de las riquezas y dividendos que genera el petróleo y el gas.
Mientras los medios internacionales abordaban los atentados en Kabul, con más de 60 muertos, Rabat podría repatriar hacia Rabat a los diplomáticos marroquíes que residen en Argel.
Otros medios como el periódico Elkhabar.com, afín al Ejército argelino, anticipan que Argelia cerrará el gasoducto que pasa por Marruecos rumbo a España.
A comienzos de 2021, Argelia realizó maniobras en la frontera con su vecino.