Tan tan para desbancar a Miguel Rodríguez del sindicato
El sindicato permitió que Boluda descargara en Tenerife por no rebajar la nómina en 7 euros al mes
Tan tan es el sonido de los tambores de las tribus cuando anuncian cambios, eventualidades o éxitos.
Y ese tan tan se apodera con sorna de las paredes del temible Sindicato de Portuarios de Las Palmas, más conocido (puro eufemismo) como Coordinadora.
Los operadores, las empresas y hasta la Administración empiezan a pedir un cambio por señas, teléfono móvil y, por supuesto, hasta con las maracas de Antonio Machín, un ritmo muy del gusto de alguien que ama las pistas de salsa.
Bromas al margen, el anuncio de Vicente Boluda en Tenerife ha dejado perplejo a la comunidad portuaria de Las Palmas.
El naviero valenciano afirmó que desplaza parte de su tráfico a Santa Cruz por una suma de costes: descargar en Las Palmas es más caro.
Las miradas y reproches caen como obuses en la testa de Miguel Rodríguez, que ya supera con creces su permanencia en la presidencia del sindicato.
Son varias las voces que reclaman una vuelta al sindicalismo, a los muelles, al ruido de los contenedores, a los gritos con los jefes de las terminales… A la actividad portuaria pura y dura que elevó la seña de identidad de los portuarios como profesionales de primer nivel en las operaciones de carga y descarga.
Desde hace unos años, la imagen del sindicato se ha deteriorado al convertirse (casi) en una correa de transmisión de Coalición Canaria, una virtud que se transforma en defecto cuando los dos puertos capitalinos compiten por las rutas marítimas de la Península.
Además, todavía el Puerto de Las Palmas no entiende por qué Miguel Rodríguez se negó a rebajar en 7 euros al mes la nómina de los portuarios para la operativa de Boluda.
Es una cantidad tan insignificante y alejada de la realidad sindical que solo se entiende en clave política y, ahí, CC se escoró hacia Tenerife y Miguel Rodríguez ni rechisto por el despojo.
Cantera no falta en un sindicato que se ha labrado su porvenir con gota gorda. Así que toca preparar el homenaje, que también se lo merece.