Seriales radiofónicos al alcance de la mano
Sería grato que alguna compañía o grupo de teatro se lanzaran a la aventura de producir un serial. Ya no es necesario depender de una emisora o grandes estudios de grabación
Aunque muchos lo nieguen, siempre ha existido una discusión sobre qué medio es mejor, la radio o la televisión; algo parecido a la disputa eterna entre el cine y el teatro.
No voy a entrar en ese debate, sólo decir que a la televisión le decimos “la caja boba” y a la radio “la caja de los sueños”.
Ya sé que es un término utilizado en otros tiempos, donde la radio era la única ventana abierta al mundo desde la que podíamos escuchar aparte de las noticias que se permitían ofrecer, los éxitos musicales del momento, divertirnos con concursos impensables de hacer hoy en día y los seriales, todo un mundo de magia y fantasía que transportaba a los españoles a cualquier lugar o época.
Claro que éramos bastante más inocentes en todos los sentidos. Los seriales, marcaron todo una época en las décadas de los 50, 60 y 70 y fueron la SER y RNE quienes aportaron las mejores producciones de esa gloriosa época.
Las voces y sus autores eran auténticas estrellas como sucede hoy en día con nuestros famosos. Ocupaban las revistas sociales del momento, hoy del corazón, acudiendo a estrenos y todo tipo de eventos.
El contenido era de lo más diverso, se disfrutaba de las aventuras (Los 3 Mosqueteros, El Conde de Montecristo…) sufríamos con las historias amorosas (Ama Rosa o Simplemente María) nos divertíamos con historias detectivescas (Matilde, Perico y Periquín), conocíamos nuestra historia (Los episodios nacionales) y descubríamos clásicos de la literatura (La Celestina, Don Quijote).
Refutados directores de teatro como León klimonsky, Julio Salvador o Gustavo Pérez Puig dirigían estos programas que mantenían enganchados a los oyentes durante largas temporadas e incluso llegaban a paralizar el país en algunos de sus desenlaces.
Las voces de Juana Gimzo, Pedro Pablo Ayuso, Teófilo Martínez o Matilde Vilariños fueron protagonistas de cientos de series, digo bien, series que no capítulos, porque entonces hablaríamos de miles.
2.200 historias aproximadamente fueron las que creó el rey de las radionovelas, El Canario, nacido en santa Cruz de Tenerife, Guillermo Sautier Casazeca, él junto a Luisa Alberca y Rafael Barón fueron los reyes del culebrón radiofónico.
Con un buen guión y las voces protagonistas falta un elemento indispensable para transportarnos a esos lugares de ensueño, la sonorización.
Los técnicos añadían los efectos de pasos misteriosos, tormentas, crujir de maderas, cruce de espadas, disparos, batallas y nos llevaban a donde querían.
Hoy en día, toda esta técnica está al alcance de cualquiera y podemos hacer uso de ella con un simple ordenador con archivos sonoros. Ya no son necesarios aquellos complicados pero efectivos equipos solo al alcance de estudios profesionales y emisoras de radio.
Sería grato que este artículo estimulara a alguna compañía o grupo de teatro y se lanzaran a la aventura de producir un serial. Los guiones pueden ser originales o adaptaciones de obras de teatro o de la literatura, como ya hemos comentado. Ya no es necesario depender de una emisora o grandes estudios de grabación. No por realizar una producción “casera” estamos dejando de lado la calidad.
Si se ofrece un producto realizado y montado totalmente, seguro que habría emisoras dispuesta a emitirlos y a lo mejor nos ahorramos algún que otro Reguetón.