Seguridad Social prepara el cierre de oficinas en Canarias
Escrivá plantea la externalización de los servicios públicos de los Caiss para eliminar cientos de puestos de funcionarios y cargar sobre la ciudadanía el desvío a consultoras y profesionales
Seguridad Social prepara el cierre de oficinas en Canarias para fomentar la privatización del servicio a través de consultorías y profesionales externos. El objetivo del ministro, José Luis Escrivá, es reducir el peso del gasto público con la supresión de cientos de plazas de funcionarios, según sindicatos consultados por este periódico. “Vamos camino de que desaparezca el trato personal y parecernos cada vez más a los bancos“, sentencian portavoces de UGT y Comisiones Obreras.
Algunas dependencias de Canarias y de otros puntos geográficos de España sólo tienen 3 empleados para atender al público. Un volumen destacados de funcionarios cuenta una edad media de los trabajadores de 55 años. El sistema ha perdido el 20% de la plantilla en los últimos diez años, a costa de la calidad en el trato al ciudadano, al que se obliga a tramitar sus diligencias a través de plataformas telemáticas.
El contrapunto de Escrivá lo protagoniza la ministra de Economía, Nadia Calviño, que reclama un plan a la banca para que asegure la atención personal a los mayores en las sucursales, en lugar de mandarles al cajero automático o a hacer los trámites de forma virtual.
Sin embargo, Escrivá plantea lo contrario en el Instituto de la Seguridad Social, cuyo equipo de asesores proviene de la Tesorería de la Seguridad Social.
Según Expansión, Escrivá pretende cerrar 155 de lo que se llaman centros de atención e información de la Seguridad Social (Caiss) por falta de funcionarios o interinos: tienen tres empleados, o menos, para atender a todos los trámites. Representan el 36% de los centros en toda España, donde el sistema de protección debería atender a los ciudadanos. Especialmente, a los trabajadores que se acercan a la jubilación y a los que ya lo están.
Y, sin embargo, con frecuencia la administración les emplaza a que presenten sus solicitudes por la vía telemática, porque no puede atenderles en las oficinas. La situación se agravó especialmente durante la pandemia del coronavirus y el grado de irritación es tal que, en ocasiones, se han registrado agresiones al personal de seguridad de los edificios públicos.
Entre 2020 y 2021, la Seguridad Social cerró nueve oficinas. Esto está ocurriendo en la Seguridad Social por varias razones. En primer lugar, porque, según el Ministerio de Escrivá, en diez años la plantilla se ha reducido un 20%. En 2012, había 31.230 empleados, y, en 2021, apenas 25.260 personas. El 85% de los trabajadores tiene más de 50 años. Tanto es así que la edad media de los empleados es de 55 años. Por lo tanto, el 12% de la plantilla actual se jubilará en los tres próximos años. Es decir, 3.000 de los 25.260 trabajadores de la actualidad.
Todos estos problemas de plantilla en la Seguridad Social se deben a los sucesivos recortes en la oferta de empleo público que tuvieron que hacer los gobiernos del PSOE y del PP como consecuencia de la crisis financiera, que derivó en depresión económica, y que ocurrió entre 2007 y 2013.
Sin embargo, no sólo la Seguridad Social tiene este problema. También lo tiene el SEPE (antes, Inem) que, con la futura ley de empleo, se llamará la Agencia Española del Empleo.