Sánchez en Turquía, el país que persigue a la prensa
Después de China y Arabia Saudí, Turquía es el tercer país del planeta más visceral con la libertad de expresión.
Alrededor de 400 periodistas permanecen ilocalizados o incomunicados en las prisiones turcas por el mero hecho de cuestionar la represión del Gobierno de Erdogán.
Pedro Sánchez, presidente español, se esmeró en elogiar las reformas de Erdogan a cambio, eso sí, de que Turquía encargue un portaviones a los astilleros de Navantia, o que el BBVA haya ampliado su participación en una de las entidades más relevantes del país. Nada dijo del atropello a los derechos humanos de los comunicadores o de los activistas sociales.
Además, Turquía no respeta tampoco la libertad religiosa. Los creyentes de otras creencias que no sea el Islam, deben anotarlo en el documento de identidad y, por supuesto, el régimen prohíbe manifestaciones fe en la calle, salvo las del Corán.
Turquía es, junto a China y A Saudí, un país con número récord de periodistas encarcelados Para @sanchezcastejon "Nos une una histórica apuesta porque Turquía forme parte de la UE. No es sólo un vecino Es un socio y un aliado imprescindible para la Unión Europea" #PeriodismoLibre
— espiralveintiuno (@espiralveintiun) November 17, 2021