Rajoy despedida elegante
Rajoy ofició una despedida elegante tras una semana cargada de acontecimientos que ni él, ni su partido, ni el grupo parlamentario ni el Gobierno depuesto, supieron adivinar.
Sa va en un país con alergia a las dimisiones.
Rajoy pronunció un discurso agridulce en contra de la confianza a la economía.
Describió un escenario “desordenado” para Pedro Sánchez y aludió a la crisis catalana como factor de desestabilización como si su gabinete no hubiera sido cómplice.
Pero todo su ácido estomacal por la moción es ya historia y lo que cuentan son los hechos.
Se marcha endosando la sede de Génova a sus sucesores cuando el PP afronta varios juicios por presunta corrupción. Un equipo nuevo garantiza más fortaleza para asumir las eventualidades, pero al PP le queda por delante un duro y tortuoso camino: Bárcenas, Taula, Lezo…
El PP se llevó un severo golpe con la sentencia de Gürtel, abriendo una crisis que los estrategas de Rajoy subestimaron en todo momento. Mientras, el rumbo institucional y político del PP cambiaba de golpe en medio de un torbellino novelesco.
Casi a finales de mayo, Rajoy viajó a Las Palmas para firmar el acuerdo presupuestario con Nueva Canarias. Fue un de sus últimos actos como presidente.
En pocos días, Rajoy pasó del todo a la nada después de 14 años como presidente del PP y después de 7 ejercicios como jefe del Ejecutivo. Es el resultado de la Democracia, que no tiene precio.