¿Quién será el interlocutor de Canarias ante Madrid?
Los detractores del nacionalismo isleño ya tienen motivos para jactarse sobre el tono adulador de CC y NC con el Gobierno central, pero la jugada es tan hábil como venenosa en clave política
NC y CC se adelantan al resto de las formaciones políticas españolas a la hora de dar su conformidad al pacto del PSOE y Unidas Podemos.
Los detractores del nacionalismo isleño ya tienen motivos para jactarse sobre el tono adulador de CC y NC con el Gobierno central, pero la jugada es tan hábil como venenosa en clave política.
Al igual que en 1996 con el respaldo a Aznar encabezado por José Carlos Mauricio, José Miguel Barragán y Román Rodríguez ya traducen del arameo al latín y del latín al griego, las cábalas territoriales a construir si sale el Ejecutivo de Sánchez e Iglesias.
En ese tejado, a CC-NC no hay quien le gane en experiencia y méritos.
El anuncio de no vetar la investidura, le supone un plus tarjeta oro a CC-NC cuando llegue la recolecta institucional y, en esa texitura, Román Rodríguez y Pedro Quevedo disponen de más ventaja que Ana Oramas. El primero es vicepresidente del Gobierno y el segundo, diputado.
Por fortuna la cortesía se ha impuesto en ambos partidos con el fin de avanzar en la refundación de las siglas, pero qué duda cabe que las voces de Canarias en Madrid serán, como mínimo, compartidas entre el PSOE y CC; incluso Podemos se arrendará alguna breva si Sánchez e Iglesias suman votos suficientes.
El de Canarias es un panorama inédito porque CC llevó siempre la voz cantante por ocupar la presidencia del Gobierno, una circunstancia que Ángel Víctor Torres rompió después de 26 años.