PSOE debe pedir perdón
PSOE debe pedir perdón a los españoles porque los hechos narrados en la sentencia de los ERE, involucran a todo el partido y dejan un rastro de vergüenza al tratarse de decisiones colegiadas adoptadas por la Junta de Andalucía.
Pedro Sánchez, presidente en funciones del Estado, es el líder del PSOE. Lo que acontezca dentro de la formación le salpica de forma moral e institucional.
Sánchez no forma parte de la trama de corrupción que secó durante años cientos de millones de euros desde un fondo opaco, pero el dirigente de una formación debe serlo y parecerlo en todo lo relacionado con la función pública y la garantía sobre el dinero de los contribuyentes.
Las explicaciones de José Luis Ábalos son insuficientes por mucho que el ministro se esforzara por alejar de Moncloa el fallo demoledor de la Justicia.
Pedro Sánchez deja escapar una oportunidad para mostrar que, si bien España es una de las 20 democracias más sólidas del planeta (tal y como argumenta con perogrullo The Economist ante el auge de Vox), el deseo de depurar la vida política es una realidad tangible.
Pablo Iglesias, virtual vicepresidente, tampoco ha estado fino colocándose de perfil en un acontecimiento igual o más dañino que la red Gürtel del PP.
La corrupción a gran escala de Andalucía, probada y condenada por los tribunales, se ha convertido en un episodio triste de la vida pública. Un acto de constricción por parte del presidente del Gobierno hubiera devuelto algo de dignidad al conjunto de la ciudadanía.