EL HUB: Cuba traspasa el legado de los Castro a Miguel Díaz-Canel
EL HUB: Benetton toma el 30% de Cellnex, líder en torres de telefonía móvil
EL HUB: Trabajadores de Videoreport reclaman garantías al Parlamento regional
EL HUB: Alimentaria acoge por vez primera GC Me gusta
EL HUB: Nemesio Rodríguez presidente de los periodistas españoles
  • INICIO
  • CONÓCENOS
  • CONTACTO
espiral21 espiral21 espiral21
  • INICIO
  • CONÓCENOS
  • CONTACTO
Más espiral21
Espiral 21 2018 Made by WECOLAB.com wecolab_logo
  • CATEGORÍAS
    • Aquí El Poder (69)
    • Aquí Europa (54)
    • Aquí Miradas (25)
    • Turismo (230)
    • Alimentación (205)
    • Arte-Cultura (100)
    • Política (125)
    • Puertos (42)
    • Europa (20)
    • África (96)
    • América (9)
    • Ver más
  • AUTORES
    • José Mujica (1161)
    • Nadia Jiménez Castro (201)
    • Espiral21 (105)
    • Redacción LPA (668)
    • Francisco J. Chavanel (25)
    • El Espejo Canario (12)
    • Fernando I. Ortega (10)
    • Victor Darmet (94)
    • Miguel Suárez (107)
    • Maria Maggiore (44)
    • Akilino Dacosta (6)
    • Garoto Dos Santos (12)
  • DESTACADOS
    • Aquí El Poder
      (69)
    • Aquí Europa
      (54)
    • Aquí Miradas
      (25)
Más Espiral 21
Espiral 21 2018 Made by WECOLAB.com wecolab_logo

Primavera en el tocadiscos de Mohammad, 70 años, en lo que queda de su casa de Alepo, Siria (Fotografía de Jordi Bernabeu bajo licencia de Creative Commons)

Primavera, califato y guerra tras 7 años

“En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo y a disfrutar de él, en cualquier país”. Declaración Universal de los Derechos Humanos, artículo 14. Pero dice un proverbio árabe que “Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego”.  

Nadia Jiménez Castro
Escrito por:
Nadia Jiménez Castro @nadiajimenez80
03 Abril, 2018 - 1:53 pm
  • Sostenible
  • 'Primavera árabe'
  • Bashar al Asad
  • ONU
  • Siria

Primavera, para quienes todavía se acuerden de ella, claro. Empezó como ‘primavera árabe’, pero en Siria se convirtió en guerra. Se cumplen siete años ya de la ‘Primavera, califato y guerra’.

Un grupo de adolescentes sirios miraba entonces hacia la plaza Tahrir, la Plaza de la Liberación. Ansiosos del momento que parecía vivir la sociedad árabe, volvían la vista a la mayor plaza pública del centro urbano de El Cairo, Egipto.

Y se les ocurrió que una pintada en una pared cualquiera de Damasco, con consignas revolucionarias contra el régimen de Bashar al Asad, devendría en las mismas protestas que se vivían por entonces en Egipto, Libia o Túnez.

Primavera, si hay jazmines, claro… La Revolución de los Jazmines acabó con tres dictadores. Ben Ali en Túnez, Moubarak en Egipto y Gadafi, en Libia.

Cuestión distinta es que Túnez o Egipto hayan experimentado luego la tan esperada evolución democrática… (Claro que peor parados resultaron Libia o Yemen, desmantelados como países).

Pero aquellos jóvenes sirios que creyeron en los ecos que les llegaban de sus hermanos, fueron detenidos. Nadie imaginó entonces que el que se convertiría en uno de los conflictos bélicos internacionalizados más sangrantes, provocaría el mayor éxodo de desplazados de todos los tiempos.

Faltaba un mes para la primavera, y me refiero a ésta de ahora, la más tópica (la de los cerezos, lo mismo en el Valle del Jerte en Huelva, que en Kyoto), y Geert Cappelaere, director de Unicef para Oriente Medio y África, daba la voz de alarma. Una vez más.

Pero ya no le quedaban palabras. A finales del pasado mes de febrero, emitía un comunicado desgarrador. Desesperado, en realidad, puesto que estaba en blanco. Sí, literalmente en blanco, donde ya no cabía más por decir… Pero con el que lo clamaba todo.

Tan sólo era encabezado por una frase: “No hay palabras que hagan justicia a los niños muertos, a sus madres, a sus padres y a sus seres queridos”.

Y no las hay. Son las cifras las que hablan por sí solas. Más de 500.000 muertos, entre los que los civiles superan los 100.000 y más de 15.000 son niños. Bueno, eran.

Pero esas son las cifras de aquellos que ya dejaron de sufrir, porque si hablamos de los refugiados y desplazados, sepultados bajo el mar aparte (a veces la muerte sabe a sal), estos números se disparan hasta casi 5 millones fuera de Siria y otros 7 millones, dispersos dentro de las fronteras de un país deshecho por completo.

Porque, en realidad, quién conoce con exactitud la cifra total de fallecidos y desaparecidos a bordo de lanchas que jamás llegaron a ninguna parte, o los nombres de tantos como se pusieron un chaleco chino que no flotaba, aunque se vendieran como salvavidas.

¿Cuántos billetes para ‘un viaje a ninguna parte’ han pasado por las manos de las mafias que trafican con el ‘género humano’? Quién, en verdad, conoce esa otra cifra…

La ONU calcula que unos 13 millones de personas necesitan ayuda humanitaria para subsistir dentro del país, y casi la mitad son menores de edad.

El drama de la población siria ha sido, y aún es, la peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. Porque, a tenor de lo visto, es una huida hacia adelante que no admite retorno. A pie. Empujados por el miedo. 

Hace año y medio decíamos que Alepo, la que fuera la mayor ciudad de Siria, era un orfanato en ruinas. Unas ruinas en las que sólo quedaban ya los que no se habían podido marchar.

Y de esos que tuvieron que quedar, se calcula que 9 de cada 10 menores fueron reclutados para el combate. En cualquier caso, los niños que han logrado sobrevivir, han crecido con el conflicto… ¿Cuáles son pues sus opciones reales de futuro?

Duma en Guta Oriental, a las afueras de Damasco, es la última lección de geografía siria que estamos recibiendo desde Oriente Medio, un nombre más…Aún quedaban allí decenas de miles de civiles cercados por la guerra. Recordemos que no es lo mismo ver un cadáver, que ver morir a alguien. 

“En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo y a disfrutar de él, en cualquier país”. Declaración Universal de los Derechos Humanos, artículo 14. Dice un proverbio árabe que “Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego”.  

Print Friendly, PDF & EmailIMPRIMIR | DESCARGAR como PDF
Compartir
Compartir
Nadia Jiménez Castro
Escrito por:
Nadia Jiménez Castro @nadiajimenez80
03 Abril, 2018 - 1:53 pm
  • Sostenible
  • 'Primavera árabe'
  • Bashar al Asad
  • ONU
  • Siria
Suscríbete a nuestros Boletines
Suscríbete

QUIZÁS PUEDA INTERESARTE

  • Sostenible

Sol, playa, lluvias y barrancos con caudal: la borrasca que no fue

Redacción LPA
Redacción LPA - 11:54 pm
25 Febrero, 2018
Acaba la alerta generalizada sin graves incidentes y sin el catastrofismo anunciado por el Cabildo GC
  • Sostenible

Retroceso democrático en Ecología, por Eugenio Reyes

Redacción LPA
Redacción LPA - 11:43 pm
23 Febrero, 2018
La Federación Ecologista Ben Magec-Ecologistas en Acción condenada a pagar 4.282 euros de costas judiciales por defender el parque natural de Tamadaba
  • Sostenible

Pescador furtivo de lapas se expone a multas de 60.000 euros

Miguel Suárez
Miguel Suárez - 10:11 pm
03 Febrero, 2018
Expediente sancionador de Pesca a un hombre que capturó en Arrecife 5,2 kilogramos de lapas. Canarias cuenta con un servicio de vigilancia de 25 inspectores, 6 embarcaciones y 15vehículos
© 2018 Espiral 21
  • Aviso legal
  • Política de cookies
  • Made by WECOLAB.com

Uso de cookies

Espiral21 utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario posible. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de nuestras cookies. Siguiendo las directrices de la Agencia Española de Protección de Datos aceptas también nuestra política de cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies