PCPC homenajea a los fusilados Eduardo Suárez y Fernando Egea
Diputado y farmacéutico, lideraron la resistencia republicana en el Norte de Gran Canaria en 1936. Traicionados por un barquero de Agaete, se sometieron a un juicio sumarísimo con pena de muerte
El Partido Comunista del Pueblo Canario homenajeó este viernes, 4 de agosto, a los héroes y heroínas de la Clase Obrera Canaria durante los sucesos de la Guerra Civil española, que está a punto de cumplir 90 años.
El PCPC recordó el asesinato del diputado comunista del Frente Popular Eduardo Suárez y, también, de Fernando Egea, delegado gubernativo del norte de la isla de Gran Canaria, acaecido el 6 de agosto de 1936 a manos de los militares golpistas contra el gobierno legítimo de la II República Española.
En esta efeméride, el PCPC rinde tributo “a los hombres y mujeres que en esta tierra canaria lo dieron todo por la emancipación de la clase obrera y por la liberación nacional de nuestro Pueblo“.
Natural de La Isleta, Eduardo Suárez estudió Magisterio y trabajó en la escuela de su padre durante unos años.

Asistentes al acto de homenaje en LPGC a héroes y heroínas del PCPC, fallecidos y perseguidos durante la Guerra Civil. (Foto E21).
En 1926 fue redactor de la sección de deportes de El Mercantil Canario y después trabajó de contable en la empresa Los Betancores. También fue miembro del Sindicato de Trabajadores Mercantiles de UGT y PSOE pero hacia 1935 se afilió al Partido Comunista de España, destacando pronto por su oratoria. Con este partido, fue elegido diputado dentro de las listas del Frente Popular por Las Palmas en las elecciones generales del 36.
El golpe militar del 18 de julio de 1936, lo sorprendió en Las Palmas capital, de ahí que pasara a ser uno de los que lideraba la resistencia antifascista en la zona Norte. Cuando los militares golpistas controlaron la zona debido a la falta de armamento de los republicanos, los jefes de la resistencia, Eduardo Suárez Morales, Pedro Delgado Quesada (concejal y consejero del Cabildo), Fernando Egea (farmacéutico socialista y delegado gubernativo de la Zona Norte) y su esposa Herminia dos Santos, huyeron por el puerto de las Nieves de Agaete. Poco después el barquero simula falta de combustible, y los deja en la costa de San Nicolás. Se escondieron en una cueva del barranco del Asno, donde fueron detenidos el 24 de julio por soldados del “Arcila”.
Esposado, se le trasladó a Las Palmas hasta confinarlo en el cuartel de artillería de La Isleta. Fue condenado a muerte después de un consejo de guerra sumarísimo y fusilado junto a Fernando Ejea Ramírez. Su mujer e hijas permanecieron en la isla hasta que en 1949 se marcharon clandestinamente a Senegal, de donde no regresaron hasta 1975. Su sentencia de muerte no fue encontrada hasta el 2009.