Ollé: “El ‘caso Ghali’ es artificial. Lo fabricó Marruecos”
El abogado español especializado en Derechos Humanos analizó en el Cabildo GC el proceso contra el líder del Polisario. "Marruecos no acepta el rechazo saharaui a la ocupación. El procedimiento se maquilló desde el otro lado del Estrecho, por eso, las querellas falsas se conocen hoy como 'querellas marroquíes'"
Manuel Ollé, abogado español especializado en Derechos Humanos, afirmó en la sede del Cabildo de Gran Canaria, que la causa judicial contra el máximo dirigente del Frente Polisario, Brahim Ghali, responde a una “maquinaria mediática y política” marroquí con el fin de “desprestigiar al pueblo saharaui“. “El ‘caso Ghali’ es artificial, es el no caso porque nace de una pantomima, de un hecho torticero cuando es tratado de una enfermedad en un hospital español. Lo fabricó Marruecos de principio a fin“.
El letrado y profesor de Derecho participó junto a los consejeros del Cabildo, Carmelo Ramírez e Inés Miranda (ambos de Nueva Canarias), y el delegado del Polisario en España, Abulah Arabi, en una conferencia compartida que valoró los aspectos jurídicos e institucional del proceso contra Ghali a cuenta de su ingreso en una clínica de Logroño (por el que no está imputado) y de una denuncia por presunto genocidio sobreseída por el juez Santiago Pedraz y que ha vuelto a ser recurrida ante el Supremo por la ong Asadedh, con sede en Gerona.
Manuel Ollé centró parte de su intervención en diseccionar el procedimiento sobre tortura y genocidio por “su perversión“. “Llevan 14 años litigando en la clandestinidad” a cuenta de “unos insensatos pagados por Marruecos“, que con “patrañas han alegado leyes derogadas con el objetivo de promover el ingreso en prisión de Brahim Ghali cuando fue atendido en España por enfermedad grave”.
Ollé aludió en dos ocasiones a unos informes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español que acreditaron la “maquinaria marroquí” en torno a Ghali, quien fue interrogado en la cama del hospital tras renunciar a su derecho a la inmunidad diplomática. “Se lo sugerimos como abogados y nos dijo que los saharauis no éramos unos delincuentes, que no había nada que esconder“.
“Han sido denuncias pagadas por la Dirección General de Documentación marroquí (servicios secretos) creyendo que Ghali tenía los días contados con querellas fraudulentas que se promovieron como balas judiciales. La razón de fondo es que Marruecos no acepta el permanente rechazo saharaui a la ocupación. El procedimiento se maquilló desde el otro lado del Estrecho, por eso, las querellas falsas se conocen hoy como ‘querellas marroquíes’. La querella [de Asadedh] copió nuestros textos, incluso con erratas“.
El abogado español indicó que la causa contra Ghali coincidió en el tiempo con el sumario que emprendió, junto a la letrada Inés Miranda, contra altos cargos marroquíes por genocidio, y que determinó, en 2015, una resolución judicial del magistrado Pablo Ruz que sacó a relucir la “verdad judicial” de cómo “Marruecos es la potencia ocupante respecto al Sáhara Occidental que no respetó los derechos humanos en episodios como el bebé recién nacido al que le cortaron todos los dedos para mostrárselos a su madre; o los bombardeos con fósforo blanco sobre prisioneros vivos que provocó 39 muertos y 75 heridos; o las fosas comunes que fueron levantadas… Marruecos no ha hecho otra cosa que blanquear su imagen y su responsabilidad“.
La sentencia de Ruz, considerada “histórica” por el Polisario, permitió condenar a 11 altos cargos marroquíes por torturas y delitos de lesa humanidad. El magistrado emitió a órdenes de arresto para su extradición a España. Marruecos incumplió la petición y, a día de hoy, tampoco ha juzgado a los delicuentes. “Marruecos sigue en permanente ilegalidad con el pueblo saharaui”, alegó Ollé.