Marruecos pagó los sobornos de Qatar al Parlamento Europeo
La inteligencia magrebí, a través de la DGED, utilizó al embajador en Polonia, Abderrahim Atmoun, para librar millones de euros en pagos a los dirigentes públicos de Estrasburgo
Marruecos participó en operaciones de intento de corrupción al Parlamento Europeo a través de su servicio de inteligencia y contrainteligencia exterior, la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED).
Los investigadores belgas e italianos que siguen desde hace meses el presunto soborno de decenas de parlamentarios europeos para favorecer los intereses de Qatar de cara a la celebración del Mundial, demuestran que el eurodiputado italiano Andrés Cozzolino (Partido Demócrata) y del asesor europarlamentario Francesco Giorgi estuvieron en contacto con dos agentes de la DGED, pero también con el embajador de Marruecos en Polonia, Abderrahim Atmoun, que sirvió de mediador para librar millones de euros a dirigentes público de la institución parlamentaria con sede en Estrasburgo.
Politico.eu reveló que un ex eurodiputado socialista italiano, Antonio Panzeri, también fue acusado de haber recibido fondos de Qatar y Marruecos. Italia hizo un pedido de extradición, mientras el ex electo se encuentra en Bélgica. Según los primeros elementos de la investigación, Panzeri confiaba en su esposa e hija, quienes “participaron en el transporte de los obsequios” ofrecidos por Abderrahim Atmoun.
Los delitos se cometieron entre el 1 de enero de 2021 y el 8 de diciembre de 2022.
La oficina del fiscal federal aún no ha confirmado que se haya abierto una investigación contra Marruecos en este expediente que amenaza con socavar la credibilidad de la Eurocámara. El juez de instrucción Michel Claise pide a Italia que entregue a la esposa y la hija de Antonio Panzeri.
Qatar tampoco escapa a la crisis tras el descubrimiento de más de 1,5 millones de euros en efectivo en la casa de la destituida vicepresidenta del Parlamento Europeo, la socialista griega Eva Kaili.
El marido de Eva Kaili, quien también es su asistente parlamentario, es el propio Francesco Giorgi, quien ya admitió (en un derrumbe ante ante la policía y el juez) que pertenecía a una organización influyente en nombre de Qatar, pero también de Marruecos. El objetivo de esta organización: intervenir y presionar en los asuntos europeos. Giorgi ha prometido tirar de la manta para salvar a su mujer; ambos tienen una hija de dos años de edad.
Durante su audiencia, Giorgi también reveló los nombres de dos funcionarios electos que supuestamente también fueron atacados y recibieron dinero de la organización: el italiano Andrés Cozzolino y el belga Marc Tarabella.
El diario La Repubblica siguió el ejemplo del belga Le Soir con el caso de Qatar y publicó una investigación de lo que, explica, no es solo una trama de corruptores y corrompidos sino “una verdadera historia de espionaje”.
Su protagonista. la DGED, el servicio secreto de Marruecos, con una devastadora infiltración en las instituciones de la Unión Europea, en particular el Parlamento con sede en Estrasburgo, con la complicidad de un grupo de parlamentarios y notables italianos que se habrían embolsaron decenas de millones de euros a cambio de favorecer la política exterior de la monarquía de Rabat en las cuestiones territoriales y los grandes movimientos de migrantes que interesan en el ámbito europeo.