Libertad para Britney Spears
La cantante inicia un procedimiento de emancipación de su padre a los 39 años de edad tras comprobarse que controla toda su vida y su fortuna, valorada en 60 millones de euros
Britney Spears tiene 39 años y una fortuna de 60 millones de euros, pero durante la mayor parte de su vida adulta ha sido controlada por un hombre (su padre) al que no quiere en ese papel. Se la considera lo suficientemente en buen estado como para actuar ante miles de personas, pero no para visitar a sus amigos o acudir a una cita con el ginecólogo.
Un extenso documental (Framing Britney Spears, Movistar) revela la dura travesía por la vida de Spears, una cantante y estrella del escenario que lo ha tenido todo menos lo esencial: el amor de un padre que ha hecho lo contrario, controlar su agenda y su dinero.
El progenitor de Britney es un empresario fallido, que se declaró en quiebra y quedó inmerso en el alcocholismo. En 2008, cuando su hija sufrió una aparente crisis de salud mental, Jamie pidió a un tribunal que lo nombrara su tutor legal. En gran parte, ha mantenido el poder desde entonces. Ha decidido qué amigos ve, qué tratamiento médico recibe y sobre todo, qué debe hacer con su patrimonio.
A finales de junio de 2021, la artista rompió rompió su silencio ante un tribunal de Los Ángeles (el que juzga la ruptura de la tutela) al denunciar que todas las personas involucradas en la gestión de la tutela, incluido su padre, “deberían estar en la cárcel“. “Sinceramente, me gustaría demandar a mi familia”.
Le habían obligado a trabajar los siete días de la semana, le habían quitado las tarjetas de crédito y no le habían dado privacidad ni para desvestirse. “En California, lo único similar a esto se llama tráfico sexual“, dijo. No le dejaron quitarse un dispositivo intrauterino porque no querían que tuviera más hijos. Pero permitieron que un médico le recetara litio “de la nada”.
Estados Unidos posee uno de los procedimientos judiciales de tutela más laxos del planeta. Según Financial Time, alrededor de 1,5 millones de adultos estadounidenses, con 260.000 millones de euros en activos, están en manos de tutores. El sistema es de tan flexible, que esos tutores pueden ingresar a los adultos en un geriátrico y vender todas sus pertenencias.
Por eso, un sector de la sociedad americana ha despertado tras el caso de Britney Spears con miles de fans unidas en Free Britney (Libertad para Britney), con el fin de tratar los abusos contra miles personas con discapacidades y problemas de salud mental que son víctimas de auténticos depredadores sociales.