La guagua es mucho más que bonificar el billete
La guagua, tanto urbana como rural, es uno de los transportes que hacen imprescindible el desarrollo insular en lo referente al bienestar, la conexión y la productividad.
El debate institucional sobre la cobertura de las ayudas (hasta un 50% en el coste del billete) corre el riesgo de extraviarse en el carrusel político entre gobierno y oposición, asumiendo también que la mayoría de los dirigentes jamás utiliza la guagua.
El transporte público es mucho más que bonificar el billete. Al usuario le viene como anillo al dedo el descuento, pero la Administración haría bien en reconsiderar otros factores, como la seguridad de los conductores, la frecuencia de las líneas más demandas o la unificación de las tarjetas en islas como Gran Canaria, donde Global dispone de un soporte de identidad y Guaguas Municipales de otro.
En las grandes ciudades, un único bono (físico o virtual) sirve para todos los transportes hasta el punto de que sería factible que la tarjeta de Guaguas Municipales permitiera acceder al tranvía que va a La Laguna.
La fusión de las tarjetas abarata los costes de la ciudadanía. Por simple planificación, no es lo mismo recargar 20 euros en dos tarjetas (o sea abonar 40 euros) que ingresar 30 euros en una sola. Y de paso consideren la brecha digital de miles de personas que cuando acuden a renovar la tarjeta de Global se enteran de que han desaparecido todos los servicios convencionales. Muchos optan por pagar a bordo ante la imposibilidad de tramitarlo por Internet. Y ahí se va un chorro de dinero que no está subvencionado.